Las cementeras reclaman ayuda a Industria para elevar las exportaciones
El consumo de cemento en España se ha desplomado un 35% en el primer semestre respecto al mismo periodo de 2011. El sector trata de compensarlo con mayores exportaciones, pero reitera, en la antesala de una nueva reforma del mercado eléctrico, que su competitividad depende de un menor y más previsible coste energético.
Las cementeras no están dispuestas a asumir que su mercado se consolide a futuro en una demanda de 15 millones de toneladas al año. "Estamos ante una situación extraordinaria que no puede mantenerse. Por ello las empresas adaptan la producción a una demanda de 30 millones de toneladas anuales", declaró ayer Juan Béjar, presidente de la patronal Oficemen.
Una vez superada la crisis, el mejor de los escenarios posibles estará muy lejos del techo de 57 millones de toneladas de demanda interna alcanzado en 2007. La diferencia se tratará de ganar en el mercado exterior, pero para ello es indispensable el respaldo del Ministerio de Industria, según reclama la patronal. Y es que buena parte de la mejora de competitividad, para vender fuera y aguantar dentro, reside en el recorte de gastos, un capítulo en el que la energía supone el 18% del precio de producir cemento.
El primer semestre ha concluido con un consumo de 7,2 millones de toneladas en España, lo que supone un nuevo retroceso del 35% respecto a la primera mitad de 2011 y hace previsible un cierre de ejercicio en el entorno de los 15 millones de toneladas (20,4 millones en 2011). "Las cementeras han hecho grandes esfuerzos para mantener la actividad, ya que mientras el consumo cae un 73% desde el inicio de la crisis, el empleo solo lo ha hecho un 25%", analiza Béjar. Referentes del sector como Holcim o Cementos Portland Valderrivas están ejecutando en estos momentos sus planes de ajuste.
Las 35 fábricas españolas funcionan a un 40% de media de su capacidad y desde Oficemen se teme que 60% infrautilizado pase de una situación coyuntural a una estructural. Pero en busca de una buena noticia, el sector refleja una mejora en las exportaciones.
Si en todo 2011 se colocaron en otros países 4,5 millones de toneladas, hasta junio de 2012 la suma alcanza ya los tres millones. La expectativa es que la exportación crezca un 40% este año.
Béjar se remontó ayer al año 1983 para explicar que entonces se consumían 18 millones de toneladas de cemento en España y se exportaban 13 millones de toneladas, triplicando la actual cuota de exportación a pesar de que había menor capacidad productiva. Entre las cementeras se achaca parte de esta pérdida de competitividad a la política energética del país desde 2004.
La estructura de costes del cemento viene sufriendo un factura de la luz que se ha gravado con componentes adicionales a la generación, transporte y distribución, algo que hace que el cemento español sea poco competitivo, según Oficemen. "La industria no debería cargar con los complementos de la tarifa, como sucede en los países que rivalizan con nosotros", reclama Béjar.
A lo largo de su intervención de ayer en rueda de prensa el presidente de Oficemen subrayó la necesidad de poder contratar el suministro eléctrico a largo plazo: "Los contratos de exportación se firman año a año, por lo que nuestros costes no pueden ser variables mes a mes". España está vendiendo cemento a países europeos, norte y oeste de África, y EE UU, entre otros.
El hecho es que Oficemen renueva su reclamación sobre una energía más barata y a precios previsibles cuando el Gobierno prepara una segunda ronda de reformas en el modelo eléctrico.
Falta la obra civil
La obra civil promovida por la Administración se echa de menos entre los fabricantes de cemento. Su peso en el consumo total del país se acercaba al 70% incluso en los años de crisis, bajando en el presente 2012 al 50%. Se trata del efecto del tijeretazo en los presupuestos de inversión de Fomento, comunidades autónomas y ayuntamientos.El director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, destaca un pequeño repunte en la construcción no residencial, cuya participación en la demanda evoluciona del 17% del primer trimestre de 2011 al 29%.En todo caso, España ha pasado del quinto puesto en la tabla mundial de productores de cemento en 2007 al vigésimo segundo.