Carpas que dan sombra a los mejores momentos
Toldos Barry, fabricante asturiano de pabellones de tela, es pionera en procesos de normalización y modelo de sucesión en una empresa familiar
El grupo Barry es una de esas empresas constituidas y sacadas adelante por personas y por profesionales que creen en sus potenciales y que saben aprovechar las oportunidades. Comenzaron desde sus cimientos a construir el edificio y hoy en día aquellas primeras columnas se han convertido en una estructura gigante. Sus promotores saben que una crisis es también una oportunidad y siguen adelante a pesar de la recesión. Mientras que muchas empresas de su sector reducen actividad, Toldos Barry sigue aumentando la plantilla y mantiene su política de integración de personas con minusvalías. Su facturación crece a un ritmo del 20% y se ha convertido en la primera empresa de su sector que paga de su propio bolsillo el proceso de reciclado de todos sus productos para colaborar, de este modo, en el desarrollo sostenible.
Todo empezó en 1971, cuando el matrimonio formado por los emprendedores asturianos Encarnación Álvarez y José Luis Barril comenzó sus primeros trabajos en el sector de creación y diseño de toldos y carpas. Cuarenta años después, aquella semilla sembrada por ambos, trabajando codo con codo, con una sola máquina de coser, ha crecido y se ha transformado en un árbol fuerte y robusto que da sombra a más de 30 personas que llenan con su actividad varias naves industriales. Desde sus instalaciones, ubicadas en la localidad de El Berrón, a muy pocos kilómetros de Oviedo, la capital asturiana, trabajan para toda España y han salido ya a los mercados exteriores.
Carla Barril Álvarez e Iván Barril Álvarez, hijos del matrimonio fundador de Toldos Barry, han heredado el compromiso contraído por sus padres, que todavía siguen en activo. "Calidad, innovación y trabajo en equipo", dicen estos empresarios que es su secreto. "Siempre estamos ideando nuevos modelos. ¿Ha visto nuestra nueva carpa dorada de lujo?", preguntan orgullosos.
José Luis Barril explica que esta empresa asturiana lidera el proceso de homologación comunitaria del sector español de montajes de carpas, escenarios y toldos, al haber recibido todas las certificaciones europeas que avalan sus servicios de calidad, seguridad e higiene. En este sentido, Barry es una verdadera pionera en el proceso de normalización del sector en España, donde hay unas 300 medianas y grandes empresas especializadas y unas 3.000 que trabajan toldos y otros elementos afines, sin que hasta ahora haya habido una normalización que evite la piratería y la prestación de servicios sin calidad.
La firma ha recibido todas las certificaciones del Despacho de Verificación Acreditado (Devecem) con el aval de la Asociación Profesional de Empresarios de Carpas y Estructuras Móviles (Aspec), y sus productos se comercializan con creciente éxito nacional e internacional. Entre sus clientes está incluso la Casa Real.
Suele afirmarse que en momentos de crisis hay que salir a nuevos mercados. Así la empresa, durante los últimos seis años, ha intensificado sus actividades fuera de Asturias. Recientemente ha duplicado las dimensiones de la fábrica por la gran evolución de su negocio. Las carpas, toldos y escenarios de esta compañía asturiana protagonizan la mayor parte de los principales eventos en distintas comunidades españolas y ha comenzado su penetración en el mercado de vecinos países comunitarios.
José Luis Barril enfatiza que la seguridad es una de sus principales preocupaciones. Para ello, entre las garantías que ofrecen a sus clientes, la empresa utiliza como materias primas lonas ignífugas identificadas y de primera calidad para la fabricación de carpas, ya sea su destino la venta o el alquiler.
Datos básicos
Recursos. Cuando encarnación y José Luis Barril dieron sus primeros pasos como autónomos, su capital era mínimo, su inmovilizado era cero, su plantilla eran ellos mismos, y sus instalaciones, mínimas. De aquellos duros inicios, la empresa ha pasado a tener en la actualidad cinco naves anexas de 5.000 m2 y tres naves móviles de 1.500 m2, en una extensión de terreno de 15.000 m2 de suelo industrial, y una plantilla media de 25 trabajadores.Instalaciones. Hace apenas unos meses, la empresa ha duplicado sus instalaciones con la compra de una zona situada en las proximidades de sus primeros talleres, que siguen plenamente operativos, a las afueras de la pequeña villa asturiana de El Berrón, muy cerca de Oviedo.Materiales. Entre sus productos pueden encontrarse desde pequeñas jaimas multiusos hasta enormes carpas, alguna de las cuales llegan a superar los 3.000 metros cuadrados de superficie. Una de sus últimas creaciones tiene, precisamente, estas dimensiones y capacidad para aproximadamente 300 personas sentadas, llevando como complemento tres jaimas a la entrada que sirven para resaltar la carpa principal, es decir, toda una superestructura bajo carpa, con medidas de seguridad, material ignífugo y diseño exterior e interior. "Nos la reclaman mucho de toda España para bodas de lujo y eventos de moda", dice Carla Barril.
"Ejecutamos proyectos llave en mano"
Una de las actividades diarias de Barry es, según explican Carla e Iván Barril, ejecutar "proyectos y eventos llave en mano", ya que su empresa diseña, fabrica, vende y alquila carpas y toldos, combinando esta faceta con la realización de eventos para hoteles, restaurantes, discotecas, conciertos, empresas, ayuntamientos o Gobiernos autonómicos, entre otros clientes de España y, recientemente, también de Portugal.La expansión geográfica protagonizada por Barry en los últimos años ha estado acompasada con su consolidación al frente de su sector y con el compromiso "de diversificación permanente con la calidad y la seguridad como premisas de nuestro trabajo", apostilla Iván, quien añade sobre sus objetivos que "uno de nuestros lemas de trabajo diario es demostrar a los clientes que cada necesidad tiene una solución y que nosotros se la damos". En cuanto a la calidad, dice que "como materias primas utilizamos siempre lonas ignífugas de primera calidad para la fabricación de nuestra carpas y la mejor lona acrílica para los toldos. También seleccionamos las mejores tarimas, moquetas, velos decorativos y sistemas de iluminación, para su posterior decoración".Entre sus especialidades resalta la capacidad de adaptarse a cualquier entorno. "Hemos ejecutado eventos de lujo para artistas de renombre como, por ejemplo, la boda del cantante David Bustamante con la actriz asturiana Paula Echevarría, en los que tuvimos que adaptar nuestras carpas exteriores conectándolas con entornos interiores de restaurantes y hoteles. En esos casos enlazamos sin ruptura el edificio con las carpas como un todo arquitectónico de ladrillo y de lona", explica Carla.
Un relevo generacional sencillo y natural
La sucesión de la dirección es uno de los principales desafíos a los que tiene que hacer frente una empresa familiar que quiere prolongar su vida más allá de los fundadores de la misma.Muchos negocios familiares no consiguen sobrevivir a la primera generación, pero no es este el caso de Grupo Barry, ya que Encarnación y José Luis han sabido impregnar en sus hijos Carla e Iván la ilusión por este proyecto que, nacido hace casi 40 años con una sola máquina de coser, es hoy una empresa señera que opera en toda España. "El ejemplo que hemos recibido de nuestros padres y la conciencia que hemos tomado de su esfuerzo para llegar adonde estamos ahora ha sido una de las claves para explicar que en este momento Iván y yo estemos cogiendo la antorcha que encendió Barry en los años setenta", explica Carla Barril.Cada uno de los cuatro miembros de la familia sabe cuál es su cometido y se ha especializado en las actividades que mejor conoce, más le gusta y mejor sabe ejecutar. De este modo consiguen "mejores resultados, que además se potencian porque el resto de la plantilla, los empleados de Barry, trabajan en equipo con nosotros cuatro", explican Iván y Carla.Sobre este aspecto, Carla resalta su "satisfacción" y conocimiento profesional a la hora de fijar los parámetros y exigencias de un evento cuando dice que "nuestro cliente, puede elegir un modelo de carpa determinado y a partir de ahí escoger todos los elementos que irán en el interior". "De este modo", explica, "se consiguen auténticas maravillas, desde mesas y sillas revestidas con preciosas telas, hasta velos y cortinajes que ocultan el montaje, tanto en los techos como en los laterales". Todavía bajo la atenta mirada de sus padres, los actuales gestores de Barry, se reparten las responsabilidades administrativas y de "diseño y gusto", que "compartimos con el resto de la plantilla en un trabajo de equipo".Por su parte, Encarnita y José explican que el cambio generacional ha sido "fácil y muy natural", porque sus dos hijos han mostrado desde muy jóvenes interés y gusto por el negocio familiar.