Cambio de pareja

A lo largo de sus 135 años de existencia, el grupo sueco Ericsson se ha caracterizado por conducir con luces largas. Cualquier gesto es sopesado para evitar sorpresas y prevenir eventos adversos. En esta clave cabe interpretar uno de sus últimos movimientos que, en este caso, afecta a la cúpula directiva de Ericsson España.

Se retira Jaime Carvajal después de 17 años en la presidencia, y su puesto al frente del consejo lo ocupará Ingemar Naeve, el actual consejero delegado. Tampoco se trata de un novato, pues a final de año cumplirá su duodécimo ejercicio a los mandos en España. El círculo se cierra con el nombramiento de José Antonio López como primer ejecutivo. ¿Un desconocido? No; un hombre de la casa que, a pesar de su última etapa en Suecia, tocó todos los palos en la organización de Ericsson en la península Ibérica antes de su marcha.

Se trata de un cambio de pareja en toda regla. Por primera vez asume la presidencia un sueco y por vez primera un español llega al puesto de consejero delegado. Eso sí, para que el vuelco no sea brusco, el sueco está españolizado y el español llega de Suecia.

El relevo se hará efectivo con el año nuevo. Y precisamente en 2012, Ericsson cumple 90 años de actividad en España. Nueve décadas en las que los cables y la tecnología del gigante han contribuido a transportar hacia el futuro la telecomunicación hispana. Una larga andadura en la que el éxito llegó a ser aplastante cuando entró en escena la tecnología celular. En las dos últimas décadas no ha habido proyecto de telefonía móvil, cualquiera que sea el operador que lo promoviera, en el que no apareciera el nombre de Ericsson entre los adjudicatarios.

Este liderazgo se ha fraguado en el periodo presidencial de Jaime Carvajal. Asumió el cargo cuando Ericsson era una fábrica de componentes electrónicos y la telefonía móvil digital daba sus primeros pasos en nuestro país. Deja su puesto con la marca convertida en sinónimo de tecnología, innovación y servicios avanzados de telecomunicaciones.

En esa tarea transformadora las parejas ejecutivas de Carvajal han sido dos reconocidos profesionales suecos: Raimo Lindgren, primero, e Ingemar Naeve, hasta hoy. Lindgren fue el ganador de los grandes concursos y el ejecutor de los vastos despliegues. Naeve ha protagonizado una segunda vuelta de tuerca en Ericsson España. El fabricante se ha convertido en lo que va de siglo en proveedor y mantenedor de las redes ultramodernas de telefonía digital en sus distintas generaciones.

Ingeniero superior en Física por la Universidad de Estocolmo, su ciudad natal, Ingemar Naeve ha desarrollado la mayor parte de su carrera en España, país al que llegó hace 30 años. Es un sueco españolizado. Española es su mujer y españoles son sus hijos.

Al asumir la presidencia de Ericsson el próximo enero, accede al piso más elevado de una compañía en la que ha ocupado toda suerte de responsabilidades. Primero, al frente de las actividades de electrónica para la defensa y luego, como director de Ericsson Radio, la compañía que protagonizó el despliegue de las redes movibles GSM en la España de los años noventa.

Le toca ser el primer sueco que preside Ericsson en España. Pero lo profundo de su conocimiento de nuestro país y lo tupido de sus relaciones institucionales permiten que en el cuartel general de Estocolmo nunca tuvieran más fácil hacer un nombramiento. Compatibilizará el cargo con la presidencia de Sony Ericsson. Naeve, que ha presidido durante años la Cámara de Comercio Hispano Sueca, mantiene en la actualidad una intensa actividad en la Comisión de Industria del Círculo de Empresarios y en el Club de Excelencia en la Sostenibilidad.

La cara nueva en el cambio de parejas será la de José Antonio López Muñoz, vallisoletano de 44 años y primer español designado como el más alto ejecutivo de Ericsson en España y Portugal. Economista, graduado en la universidad de su ciudad natal, se mueve con aplomo en el bosque ingenieril de las cabezas organizadas que puebla las empresas de telecomunicaciones. Ha perfeccionado su formación universitaria con un MBA por el Instituto de Empresa y con sendos posgrados de Análisis Estratégico en la Universidad de Columbia y de Gestión de Empresas en la London Business School.

López está bien relacionado con todas las operadoras nacionales, a las que conoce como proveedor, pero también desde la perspectiva de cliente. Entre 2001 y 2006 trabajó para Auna y para Amena (hoy Orange) como responsable de grandes cuentas. Antes de 2001, José Antonio López ya había estado en Ericsson seis años. Llevó las cuentas de Airtel (hoy Vodafone), Amena y Xfera. Solo le faltaba Telefónica, pero justo antes de ser llamado a Suecia a ocupar un alto puesto corporativo en la matriz completó su experiencia al encargarse de la cuenta global de la gran operadora de nuestro país.

Dejó sus responsabilidades en España para dirigir el área de acuerdos estratégicos de redes en la sede corporativa de Ericsson en Estocolmo. Un puesto que le ha permitido conocer mejor la compañía en su perspectiva global y que le ha catapultado a un triple nuevo destino: consejero delegado de Ericsson España, responsable del negocio de Ericsson en Iberia y director en el grupo Ericsson de la cuenta global de Telefónica.

La nueva pareja de hombres fuertes de la multinacional en España, Naeve y López, comparte un hobby en el que gastan su tiempo cuando pueden: el golf. López también es aficionado al esquí. Al tándem también le une el gusto por la buena mesa; aunque en este caso la preferencia de ambos son los menús hispanos con aperitivo de buen jamón.