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BNDES paraliza de forma provisional la financiación de sus turbinas

Brasil frena la incipiente ofensiva de Acciona en su mercado eólico

Acciona se ha topado con un problema en Brasil, donde acaba de entrar como fabricante de aerogeneradores y cuenta con un contrato de suministro de máquinas por 120 megavatios (MW). El banco público BNDES ha paralizado de forma provisional la financiación de plantas eólicas que contraten turbinas de la empresa española al entender que incumplen la cuota mínima de componentes locales.

Brasil frena la incipiente ofensiva de Acciona en su mercado eólico
Brasil frena la incipiente ofensiva de Acciona en su mercado eólico

Pocas inversiones en infraestructuras en Brasil escapan de la financiación y control del banco público BNDES. Y las plantas de energías renovables no son una excepción. Solo en 2011 la entidad ha ofrecido créditos blandos por 3.400 millones de reales (unos 1.350 millones de euros) a promotores de parques eólicos que suman 1.160 MW. Su intención es prestar otros 8.400 millones de reales (3.340 millones de euros) para otro centenar de instalaciones, pero las exigencias a los promotores son estrictas: cada una de las plantas que acceda a la ayuda del BNDES debe contratar aerogeneradores made in Brasil o, como mínimo, turbinas con un 40% de los componentes fabricados en el país. Un requisito que amenaza con frenar el arranque de Acciona como productor en Brasil.

En plena efervescencia del mercado eólico, el banco de desarrollo ha examinado los aerogeneradores de la firma española, entre los de distintos fabricantes, y ha decidido cancelar los créditos blandos a quienes presenten proyectos que incorporen estas máquinas, según información de Bloomberg. La medida aún es provisional.

El grupo de la familia Entrecanales entró en el país con su negocio de energía en febrero. Tal y como adelantó CincoDías, lo hizo con la firma de un contrato de suministro de aerogeneradores por 120 MW para uno de los promotores de renovables más prometedores de Suramérica, CPFL Renováveis. Esta última adquirió cuatro parques en proyecto a ACS (Atlántica I, II, IV y V) en la zona de Palmares do Sul, Estado de Rio Grande do Sul, donde pretende instalar los molinos de Acciona en 2013.

Además de estas cuatro plantas, CPFL está construyendo otras 23 (670 MW) y tiene 12 en cartera pendientes de autorizaciones (541 MW). El problema de CPFL en Brasil es si Acciona obtiene, o no, la certificación Finame por la que poder acceder al dinero del BNDES para comprar las turbinas y ponerlas a producir.

El montante del contrato con Acciona no ha sido desvelado, pero en el sector se valora el megavatio de potencia en un millón de euros, a lo que habría que sumar el acuerdo de explotación por parte de la española durante 15 años.

Acciona reveló a principios de año su intención de levantar una fábrica con capacidad para producir 150 aerogeneradores anuales en Brasil. La compañía adquirió los terrenos en el estado de Bahía y asegura haber comenzado la fase de construcción. La división de Acciona que produce las turbinas, Acciona Windpower, ya es uno de los referentes mundiales del sector tras colocar equipos por 3.500 MW en 75 parques eólicos. La firma desarrolla en la actualidad máquinas de 1,5 y 3 MW y es propietaria de fábricas en España y EE UU.

Acciona conocía Brasil a través de sus divisiones de infraestructuras, con una autopista de 200 kilómetros en operación en el estado de Rio de Janeiro, y de gestión del agua. Su objetivo ahora es hacerse hueco como fabricante y promotor en el campo de las energías renovables.

Cinco fabricantes, pendientes del banco público

Brasil cuenta con un floreciente mercado eólico, pero no tiene productores locales de aerogeneradores. Por ello se han abierto las puertas a los mayores fabricantes del mundo, pero se les deja entrar con la condición de que buena parte de su actividad repercuta en la economía local. Así, se exigen altas cuotas de componentes locales a la hora de ensamblar las turbinas y la contratación de plantilla nacional.En este contexto, el banco público BNDES, que allí es el gran financiador de las energías renovables, está auditando la actividad de los productores con presencia en Brasil. Unos controles que se han extendido a gigantes como la china Suzlon, la danesa Vestas, la alemana Fuhrlaender y la estadounidense Clipper. Y a todas ellas les pasa como a Acciona, sus turbinas han entrado de forma provisional en una lista negra. Los promotores de parques eólicos que opten por la oferta de alguno de estos cinco fabricantes ven cerradas las puertas de la financiación en condiciones ventajosas.En Brasil hay siete fábricas de aerogeneradores, de las que cinco han sido construidas en los tres últimos años. Entre estas últimas figura la de la española Gamesa, en Camaçari (al noroeste del Estado de Bahía), abierta en julio del año pasado tras seis meses de obras. Este proveedor tiene como principal cliente en el país a Iberdrola, a la que debe suministrar 300 MW. Precisamente, esta última empresa ha accedido en junio a financiación por 378 millones de reales (150 millones de euros) del BNDES para desarrollar cinco centrales (150 MW).Entre los productores que están bajo la lupa del BNDES, Vestas ha puesto en marcha su planta en la ciudad de Fortaleza y espera tenerla a pleno rendimiento a finales de año.

Primer contrato

l CPFL Renováveis compró a Acciona en febrero 40 aerogeneradores AW116/3000, de 3 MW de potencia. Se trata de la máquina más avanzada que sale de las fábricas de la empresa española.l Las turbinas tienen 116 metros de rotor y van a ser instaladas sobre torres de 120 metros de altura.l Acciona suministra las turbinas y las operará y mantendrá para CPFL durante 15 años.

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