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A fondo

La banca reclama una agencia de rating pública

La CNMV defiende un control mayor a las agencias 31 entidades han visto rebajada su calificación en lo que va de año.

Cuando el tercer banco de EE UU, Lehman Brothers, se fue a pique, su calificación crediticia era buena. Pocos días antes de su quiebra, Moody's le otorgaba una calificación A2, y S&P, A. Ahora, se ha pasado del blanco al negro. En lo que va de año, 31 entidades españolas han visto rebajado su rating por las tres principales agencias. En la última oleada, han sido 25 los grupos a los que Moody's rebajó la calificación el pasado día 15.

Desde que comenzó la crisis financiera las críticas y objeciones al trabajo realizado por las agencias de rating no han cesado. La falta de control, los conflictos de intereses y la escasa calidad de su trabajo han sido las principales acusaciones de gran cantidad de actores financieros. Ahora, la posibilidad de crear una agencia de rating pública con un mayor control y fiabilidad es una de las soluciones que proponen algunas entidades financieras.

"Las agencias han ido por detrás de los problemas en esta crisis. Las calificaciones son necesarias pero no de cualquiera y dar ese poder a estas entidades ha sido un error. Debería ser un servicio público que dependiese, por ejemplo, del Banco de España. Así tendría mucho más valor y generaría una mayor confianza", explicó Gloria Hernández, directora financiera de Banco Pastor durante unas jornadas celebradas hace algunas semanas en la Bolsa de Madrid. La experta, sin embargo, aludió también a la responsabilidad de los propios inversores que, en determinadas ocasiones, se dejan llevar únicamente por estas calificaciones. "Muchas veces la gente va ciega a por productos sin saber lo que son solamente porque tienen triple A", añadió.

La poca repercusión que ha tenido la crisis financiera internacional para estas calificadoras globales también llama la atención. "Que no haya pasado nada con las agencias de rating durante esta crisis es impresentable", destacó Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4, durante las jornadas organizadas por Bolsas y Mercados Españoles (BME) a principios de este mes. "El mercado financiero ya es masivo y requiere una tutela pública. Debería existir un rating público y garantizado por las autoridades", añadió el directivo.

Por su parte, Jesús Sancho-Tello, director general de Banco de Valencia, hizo también hincapié en el cambio que debería producirse tras la crisis hacia "una mayor dosis de independencia por parte de las agencias". "Sería muy positivo que el Banco de España crease un área específica para revisar el trabajo de estas entidades; así, los resultados otorgados por las tres calificadoras (Standard & Poor's, Fitch y Moody's) tendrían más valor", afirmó el directivo.

"La remuneración de las agencias privadas debería estar ligada al acierto o no de sus recomendaciones para garantizar una mayor calidad en sus análisis", comentaron otras fuentes del sector. Así, uno de los aspectos más importantes para la creación de un nuevo modelo de agencia de rating y lo que proporcionaría una independencia mayor y, por tanto, mayor credibilidad es, según los expertos, la ausencia de relación económica entre la entidad financiera y la calificadora.

No existe todavía una petición oficial para la creación de una agencia pública de calificaciones y, aunque se trata de una opinión bastante generalizada en el sector, fuentes financieras aseguran que "es un tema muy complicado y lo más seguro es que al final no llegue a existir nada parecido, pues el cambio no podría darse sólo en España sino que tendría que ser global y el coste sería demasiado elevado".

La necesidad de la existencia de las agencias de rating es algo que no se pone en duda. Para los inversores y el mercado en general resulta positivo. Sin embargo, los expertos aseguran que el control debería de ser mayor y su uso, diferente. "Es una función importante e interesante la que proporciona este sector (agencias) desde el punto de vista del análisis de la inversión, pero se deberían valorar más las responsabilidades reales de su función y no sólo las reputacionales", comenta Javier Hernani, director financiero de BME.

Desde la Asociación Española de Banca (AEB) aseguran que no son partidarios de crear una agencia de rating pública, "pero sí entendemos que esta actividad debe quedar mejor regulada, no sólo en España sino a nivel internacional", comentan.

La CNMV señala que siempre ha defendido un mayor control sobre la actividad de las calificadoras. "Hay que fortalecer sustancialmente la regulación de las agencias de rating, ésta es una lección clara de la crisis", afirmó hace unos días el vicepresidente del ente supervisor, Fernando Restoy, quien apostó por establecer "un sistema europeo centralizado" de control de estas agencias y se mostró contrario a la creación de instituciones públicas de esta naturaleza en la Europa de los 27.

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