"En cinco años empezaremos la expansión en Asia"

Grace cumple con el perfil. A apenas unos pasos de Times Square, una de las zonas más céntricas de Nueva York, Grace es un hotel con una decoración moderna, una piscina en la entrada, y unas habitaciones funcionales a precio asequible. Hace unos días, en la zona de desayunos aún había personas apurando el café antes de salir a explorar la ciudad. Cuando se levantaron, Enrique Sarasola les miró sonriente y les dio los buenos días como si les conociera. Ellos respondieron tímidos. No se conocen, pero Sarasola sabe quienes son: clientes de su empresa, Room Mate, una joven cadena hotelera española que no hace más que crecer y tiene planes para seguir haciéndolo.

Así lo explica el empresario desde este hotel, que abrió hace dos años, antes de recibir el premio de Joven empresario del año que le concede hoy la Cámara de Comercio España-EE UU. "Queremos abrir unos cuatro o cinco hoteles al año en todas las capitales europeas -París, Londres, Berlín, Roma, Ámsterdam- y en América", explica. En EE UU quiere tener hoteles en las seis grandes ciudades y en Nueva York, a la que califica como "la capital del mundo" el plan pasa por tener cuatro o cinco hoteles.

"Intentaremos abrir en Midtown y en el SoHo/Village. De hecho, estamos a punto de cerrar un acuerdo con respecto a uno de ellos. Entrar en EE UU es muy difícil pero una vez que se logra termina siendo un gran mercado. Estoy encantado con el hotel que tenemos. Era un sueño y ahora es una buena realidad".

Es un sueño que no ha tardado mucho en materializarse. Los primeros pasos de Room Mate se dieron en 2001. Entonces es cuando este empresario, que confiesa sin ambages que no tenía experiencia en el sector, puso en marcha un proyecto en el que se atendiera al viajero que considera que la mejor forma de viajar es visitando amigos y que quisiera "lujo asequible" para dormir y ducharse en una ciudad. Es decir, un viajero como él. Sus hoteles no tienen servicio de habitaciones ni restaurante por lo que los costes son menores. Ha sido una buena receta porque en 2005 tenía solo un hotel, en 2006 ya contaba cinco y en 2009 con 20, algunos como Grace, fuera de España.

Para Sarasola que su empresa sea internacional es crucial máxime ahora con la crisis. "El segundo mayor mercado de Room Mate tras España será EE UU y luego México y Brasil. Ahora nos centramos en abrir Brasil donde aún no tenemos nada y nos está costando porque la bonanza del turismo allí complica que se vendan hoteles."

Previsiones

Dice que en cinco años ve a Room Mate con los planes de internacionalización ya asentados y con 10 o 15 hoteles en EE UU. "Y en cinco años empezaremos la expansión a Asia". Sarasola no da detalles y zanja rápidamente sus respuestas. De su conversación se deduce que lo que le ocupa más tiempo es cumplir los objetivos que se fija a medio plazo.

Estos ahora pasan por cerrar el año con un Ebitda cero, "ahora es negativo porque hemos hecho muchas inversiones pero el año que viene empezaremos a trabajar con éste en positivo".

Aunque no abunda en los detalles, en 2013 la empresa tiene que cumplir con unos parámetros de rentabilidad, ocupación, número de habitaciones (2.500) porque es el acuerdo que tiene con el capital que ha apoyado su empresa, entre otros el de Rosalía Mera, una mujer que según Sarasola ha acudido a las dos ampliaciones de capital porque "se enamoró del proyecto". El compromiso inicial de Mera es estar hasta 2013. El empresario explica que más adelante las opciones son que los socios "sigan con nosotros en la nueva fase, de 2013 en adelante, o salir a Bolsa, aunque es algo que ahora ni me planteo". Admite que le han llegado sugerencias para cotizar. "El mercado secundario es atractivo, pero es algo que dejo y pensaré, quizá, para 2011".

Sarasola dice que cumplirá con los objetivos pese a la crisis que reconoce que le ha afectado, aunque menos que al resto. "La bajada de ocupación del 2,2% cuando el resto está bajando una barbaridad y los precios medios los hemos reducido un 5%, que está fenomenal para los tiempos que corren". Dice que Room Mate no sufre tanto "porque es un modelo de negocio de crisis" ya que los costes son reducidos. Luego, dice más serio, que todo lo hace sin perjudicar la atención al cliente. Y prueba de ello es que es "el boca a boca de nuestros clientes lo que mejor funciona, porque les tratamos como si fueran unos amigos".