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El buscador deberá modificar su modelo de negocio o será acusado de abuso de poder

Almunia ofrece a Google la última oportunidad para evitar una gran multa

El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, ofreció ayer a Google la posibilidad de negociar un acuerdo para archivar la mayor parte de las quejas presentadas contra esa compañía. Almunia exige al buscador cuatro cambios en su modelo de negocio como condición para zanjar un asunto que podría desembocar en multas millonarias.

Se sabía desde el comienzo de la saga Google, a finales de 2010, que ninguno de los dos protagonistas (la compañía estadounidense y la Comisión Europea) tenía interés en alargarla o dramatizarla. Y mucho menos, en convertirla en una repetición del llamado caso Microsoft, que durante casi una década mantuvo ocupados hasta la extenuación a buena parte de la dirección general de Competencia de la CE. De modo que ayer, Bruselas dio el primer paso para pactar con el buscador por antonomasia el guion del último capítulo de una serie que nunca ha llegado a despegar.

El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, anunció que se ha dirigido por escrito a Eric Schmidt, consejero ejecutivo de Google, para plantearle cuatro objeciones a su modelo de negocio. Y le ofrece la posibilidad de presentar soluciones en cuestión de semanas y evitar así un pliego de cargos formal que desencadenaría la puesta en marcha de un complejísimo expediente administrativo y, potencialmente, judicial.

"Espero que Google aproveche esta oportunidad", señaló Almunia en una rueda de prensa que sonaba más a epílogo que a amenaza. "Google", añadió, "siempre me ha indicado su voluntad de discutir cualquier inquietud que pudiera tener la Comisión sin entrar en procedimientos de confrontación. El comisario recordó que si las propuestas de la compañía no son satisfactorias, se pondría en marcha un expediente.

Almunia exige, en primer lugar, que Google suprima la presunta preferencia que da a sus propios servicios de búsqueda especializada (restaurantes, noticias, etc.) frente a otros competidores.

En segundo lugar, Bruselas sospecha que el buscador por antonomasia vampiriza el contenido de otros buscadores especializados y lo incorpora como material propio, sin autorización previa, en los resultados que ofrece en su pantalla. Las principales víctimas de esa práctica, según la CE, parecen ser las páginas web de viajes o las guías de restaurantes, en particular sus valoraciones de locales o destinos.

Bruselas tampoco acepta la exclusividad que Google suele imponer a los clientes que utilizan sus servicios como buscador de anuncios.

Por último, Almunia pide a Google una solución a las restricciones que impone a los programadores de las plataformas de subastas de anuncios para evitar la migración de ese mercado desde su propio servicio, AdWords, al de otros competidores.

Almunia espera ahora que Google presente sus remedios a esos problemas "en cuestión de semanas". Y si es así, la CE someterá esas propuestas al escrutinio de competidores que se han quejado o de terceras partes interesadas para que expresen su opinión sobre la validez de tales remedios.

Se trata de una solución amistosa prevista en el artículo 9 del Reglamento europeo sobre antitrust. Y se utiliza con cierta frecuencia cuando las dos partes desean zanjar un contencioso por la vía más rápida posible, o cuando una de ellas no confía en una victoria clara ante los tribunales. ¿Ha dudado Bruselas en este caso sobre la validez de sus argumentos? Almunia justificó ayer su opción invocando la velocidad del mercado digital y la necesidad de restaurar cuanto antes la competencia.

Los denunciantes celebran el ultimátum

La larga lista de empresas que se han quejado contra Google ante la Comisión Europea parece contentarse de momento con el hecho de que Bruselas haya confirmado que el buscador podría haber incurrido en cuatro prácticas calificables como abuso de posición dominante.Para la asociación Icomp, que agrupa a varios de los denunciantes (como Microsoft o Foundem), "ahora es vital que los términos del acuerdo entre la CE y Google incluyan medidas para corregir rápidamente el daño causado a empresas y consumidores europeos".Icomp advirtió ayer en un comunicado que el currículum de Google indica que más de un vez "ha frustrado las investigaciones y muchos han tenido experiencias poco satisfactorias al entablar negociaciones con la compañía".Fuentes próximas a los denunciantes recuerdan que el caso todavía podría acabar en multa y ante los tribunales si Google no se plega a las exigencias de la CE. Y valoran positivamente que Bruselas continúe la investigación sobre Androide el sistema operativo para móviles del buscador.Las quejas contra Google proceden de sectores tan diversos como el tecnológico (Microsoft), asociaciones de prensa, buscadores especializados (eJustice) o generales (Ciao).

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