Almacenar los residuos radiactivos costará 2,5 veces más sin el ATC
Encerrar los residuos radiactivos de las 10 centrales españolas costará 1.750 millones si, en lugar de un único almacén central, que valdría 700 millones, se tuviera que construir uno por cada planta. En medio de la polémica, el pleno del ayuntamiento de Ascó decidirá hoy si alberga el futuro ATC, al que sólo puja, de momento, el pueblo alcarreño de Yebra.
El concurso para la presentación de candidaturas por parte de los municipios dispuestos a albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares está a punto de enfilar su recta final. Por el momento, y en medio de una fuerte polémica, sólo el ayuntamiento de Yebra, un pequeño pueblo de Guadalajara a 10 kilómetros de la clausurada central de Zorita, ha votado a favor de presentar la candidatura.
Hoy está previsto que lo haga el pleno del consistorio de Ascó (Tarragona), justo un día después de que el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, se pronunciara en contra, aunque matizando que respetará la decisión de este municipio, que ya cuenta con dos reactores en su término.
Ante las dificultades políticas para la instalación del llamado cementerio nuclear, algunos sectores del Gobierno empiezan a plantearse el día después sin el ATC, un proyecto en el que se invertirán, según las bases del concurso, 700 millones de euros en cinco años, y que servirá para guardar los residuos de las 10 centrales españolas (incluidas las dos ya clausuradas de Vandellós I y Zorita). En total, 6.500 toneladas de combustible gastado y los desechos radiactivos que no puedan ser almacenados en El Cabril, planta de Enresa que sólo guarda los de baja intensidad.
Si no se hace el ATC, serán necesarios 10 almacenes individuales: uno por cada planta que ha funcionado
Si no prospera el ATC, será necesario construir almacenes temporales individualizados (ATI), concretamente, uno por cada instalación con un coste que fuentes próximas al Gobierno calculan en 2,5 veces dicho presupuesto: en total, 1.750 millones. En todo caso, los trámites para lograr los permisos para instalar estos almacenes individuales serán mucho más sencillos, pues los instalarían las empresas eléctricas en los terrenos de cada una de las centrales.
De esta manera, con cuatro reactores en su territorio (uno ya desmantelado), Cataluña deberá albergar casi la mitad de los residuos del parque español. Los correspondientes a Vandellós I (cerrada en 1989), están siendo custodiados en Francia tras la firma de un contrato que finaliza en 2011. Estos residuos ocuparán muchísimo más espacio, pues los que retornan no serán ni el uranio (reprocesado en el país vecino) ni el plutonio, sino los productos de fisión que están cristalizados y son mucho más difíciles de gestionar.
Fuentes del sector energético discrepan y calculan que el coste de los ATI es mucho menor que el del ATC (entre 10 y 20 millones cada uno). Pero, si bien, esto es así para los almacenes provisionales que funcionan (algunos, como el de Zorita, es una simple base de hormigón sobre la que se colocan los bidones de residuos al aire libre). Pero, si es necesario construirlos con carácter definitivo "serán mucho más caros", insisten las primeras fuentes.
Poder autonómico
De momento, los presidentes de las comunidades de los dos municipios interesados se han opuesto públicamente a la instalación del ATC en su territorio. A los gobiernos regionales se les presupone un poder de veto a través de las competencias que tienen en política medioambiental y urbanística.
En el primer caso, el proyecto requiere una evaluación ambiental integrada de la comunidad autónoma, si bien, será Medio Ambiente el que otorgue la autorización definitiva sobre el impacto ambiental. En estos momentos, curiosamente, la construcción de una central nuclear no necesitaría de dicha autorización, pero el almacén de residuos, sí. Si el municipio interesado recibe este permiso, a la administración autonómica le quedaría la baza legal de los permisos urbanísticos para uso del suelo, que están en sus manos y con el que ha amenazado José María Barreda, presidente de Castilla-La mancha
Marín visita el almacén holandés con 30 periodistas
El secretario de Estado de la Energía, Pedro Marín, acompañado de casi una treintena de periodistas españoles, especialmente audiovisuales, viajó ayer a la localidad holandesa de Borssele para visitar el almacén nuclear de residuos radiactivos de Habog, el modelo que Enresa utiliza como referencia para el ATC español, que se debate estos días. El almacén de Habog (en las fotos) es una nave ubicada en medio de un polígono industrial de la citada localidad holandesa, que cuenta con más de 20.000 habitantes.
El proyecto adelanta la campaña catalana
Ha sido necesaria una manifestación en Ascó en contra de la instalación del ATC para que el presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, que fue el que dio luz verde al proyecto en 2006 cuando era ministro de Industria, se pronuncie al respecto. Hasta ahora, Montilla sólo había declarado que el emplazamiento del ATC era un asunto entre Ascó y el Gobierno. Sin embargo, ayer fue más allá al afirmar que no quiere el almacén para esta localidad porque "no hay consenso territorial ni social".Con estas declaraciones, Montilla y, por tanto el PSC, se alinean con las posiciones de sus socios del tripartito, ERC (que votó en 2006 en el Congreso a favor del proyecto) e ICV, en lo que se ha interpretado como el inicio de la campaña de las elecciones en Cataluña, previstas para el mes de octubre. No se descarta, incluso, que los comicios se adelanten. También supone la ruptura del pacto de silencio sellado entre los socialistas catalanes, CiU y el PP.Algunas fuentes partidarias de que el ATC vaya a Ascó consideran, no obstante, que Montilla ha dejado abierta la puerta al dar a entender que no interferirá en una decisión entre el pueblo tarraconense y el Gobierno. Al igual que su homólogo castellano-manchego, José María Barreda, Montilla afirmó que Cataluña ha cubierto su cuota nuclear, al producir un 40% de esta energía en España.Mientras, el Partido Popular en Cataluña ha pedido "respeto" a la decisión del consistorio de Ascó, de mayoría convergente, en el que tres de sus concejales trabajan en la central ubicada en el municipio.Ayer hubo también acusaciones cruzadas entre los dos grandes partidos. Así la secretaria general del PSOE, Leire Pajín, acusó a los populares de tener una posición en Guadalajara y otra en Madrid. Por su parte, Cristóbal Montoro, portavoz económico del PP, criticó el silencio del Gobierno por "el guirigay" que ha montado con el cementerio nuclear.
Las cifras
6.500 toneladas de combustible gastado (además de desechos radiactivos) serán generadas por el parque nuclear español. Estas cantidades serían custodiadas en el ATC o, en su caso, en cada planta.700 millones es la inversión del ATC, aunque esta cantidad no se destinaría en su totalidad al municipio que lo albergará, sino también a los fabricantes de la instalación. Otro tanto ocurrirá con el empleo previsto, de 300 personas en cinco años.