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Crisis

Los accionistas de Bank of America retiran a Lewis de la presidencia

Con horas de retraso por problemas de recuento de votos y tras el cierre de Wall Street, Bank of America reveló que la junta de accionistas celebrada ayer había decidido retirar el título de presidente a Ken Lewis. Su sustituto es uno de los consejeros, Walter Massey. El primer ejecutivo sigue siendo, no obstante, consejero delegado.

La junta de accionistas de Bank of America se convirtió ayer, inevitablemente, en una suerte de referéndum sobre la gestión de una entidad que es la mayor por activos en EE UU pero también una de las que más problemas han ido revelando a lo largo de esta crisis. Y su máximo responsable ganó una de las dos grandes batallas abiertas en la reunión por un descontento accionariado entre los que se contaban los mayores fondos de pensiones del país, Calpers y Caltrs.

Lewis y los 18 miembros del consejo pudieron contar, con amplio margen, con la confianza suficiente para ser reelegidos. Lewis recibió el rechazo del 33% de los accionistas, un porcentaje importante pero insuficiente. Lo que el consejero delegado no pudo derrotar fue la moción en la que se pedía dividir su labor de la de la presidencia. Contar los votos fue laborioso y el banco solo dio cuenta del resultado una vez que se clausuró la junta y alrededor de hora y media después del cierre de los mercados.

Aunque el consejo dijo apoyar a Lewis, la derrota obligó a nombrar inmediatamente a Massey, de 71 años, como sus sustituto al frente de la presidencia. Massey es un histórico de este órgano colegiado de la entidad desde 1993 y es también consejero de McDonalds.

Aunque este tipo de division de poderes está muy apoyado por los abogados del buen gobierno corporativo, en la práctica tendrá pocas repercusiones en el día a día de la gestión del banco. Desde el punto de vista politico es, sin embago, muy relevante y en otro caso similar, Wachovia, supuso el primer paso para una defenestración completa hace un año.

Lewis utilizó buena parte de su intervención ayer en la junta para defender una de las decisions más comprometidas de su gestión: la compra de Merrill Lynch. El precio de esta adquisición, la factura que han pasado a Bank of America las pérdidas del cuarto trimestre de esta entidad de inversion y el hecho de que estas se desconocieran por los accionistas cuando se aprobó la operación de absorción, son algunos de los motivos que pusieron a la junta en contra de Lewis.

Sobre él pende, además, una investigación abierta por la fiscalía de Nueva York que trata de esclarecer las circunstancias en las que se concedieron generosos bonos en el banco de inversión. Hasta ahora, lo que ha expuesto esta investigación ha sido la presión que Henry Paulson, secretario del Tesoro al tiempo de la operación de compra, ejerció sobre Lewis para que esta se completara y no se abriera una brecha financiera sistémica más.

Lewis, que ha sido uno de los ejecutivos de banca más admirados, ha visto como la acción del banco se ha depreciado un 77% en el ultimo año y actualmente la entidad está disputando con el Tesoro y la Fed los resultados de unos stress tests (pruebas de resistencia ante circunstancias económicas adversas) que se darán a conocer el próximo día 4 de mayo. Se presume que este banco sea uno de los seis que necesite ampliar su capitalización.

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