Vodafone entra en el ADSL al comprar Tele2

Vodafone ha consumado su entrada en la telefonía fija española y lo ha hecho al segundo intento. El líder mundial del móvil y otrora defensor a ultranza de que las comunicaciones podían basarse sólo en la tecnología celular cambió hace poco más de un año su estrategia y decidió entrar con toda su fuerza inalámbrica en el mundo de las redes más tradicionales.

El cambio de estrategia fue internacional, centrado en los grandes mercados europeos. Empezó por Reino Unido, Francia y Alemania, y lo intentó el año pasado en España. Pujó fuerte por la filial nacional de Deutsche Telekom, Yacom, y estuvo a centímetros de hacerse con ella, pero Orange dio un golpe de efecto y se la llevó en el último minuto.

Ahora nadie se ha interpuesto en el camino de Vodafone, ni siquiera Jazztel que, al igual que hizo con Yacom, quiso entrar en la puja y estuvo dispuesta a presentar una oferta. Pero ahora la victoria ha sido británica. Vodafone se ha hecho este fin de semana con las dos filiales de la operadora sueca Tele2 en España e Italia. Paga por ellas 775 millones de euros en efectivo y gana más de tres millones de clientes en los dos mercados.

Esta operación permite a Vodafone entrar en el ADSL español de forma inmediata y con una cartera de usuarios ya consolidada, sin la tardanza que hubiera implicado tener una red propia o formalizar una oferta mayorista a través de la red de un tercero.

Cuando se cierre la transacción, algo que está previsto para finales de este año o principios del próximo, porque debe pasar por el filtro de las autoridades nacionales y comunitarias de competencia, Vodafone tendrá en España 550.000 clientes, de los que 240.000 usuarios son de banda ancha. Tele2 Italia es mayor. Cuenta con 2,6 millones de abonados.

Operadora integrada

En el terreno español de competencia, Vodafone se hace fuerte con esta adquisición frente a Telefónica y Orange y define un nuevo marco basado en operadoras integradas, es decir, las que disponen de todas las tecnologías para dar servicio y con red propia.

Esta potencialidad sitúa a estas tres firmas muy lejos del resto, por la capacidad de vender paquetes de productos y dar un servicio completo a los usuarios. Ono o Jazztel, por ejemplo, sólo disponen de redes de telefonía fija y banda ancha, y su entrada en el móvil depende de acuerdos con los operadores celulares para revender servicios.

El presidente mundial de Vodafone, Arun Sarin, aseguraba el sábado que la adquisición de Tele2 España permitiría a la compañía de comunicaciones beneficiarse de la baja penetración de la banda ancha y de las expectativas de crecimiento. Según sus previsiones, el 57% de los hogares tendrá conexión a internet de alta velocidad cuando termine el año, frente al 33% de 2005.

Ahora será Francisco Román, máximo ejecutivo de Vodafone España, el que debe llevar a buen término la integración y aplicar la estrategia mundial de la operadora a territorio nacional. Y lo hará con una compañía que es resultado de la entrada de Tele2 en España tras la liberalización del sector y la compra de Comunitel.

Tele2 ha sido siempre una de las operadoras más agresivas en precios, pero la adquisición de Comunitel, las dificultades de la integración y una competencia que requiere cada día más inversiones y escala, han llevado a su matriz sueca a retirarse del mercado español. También se ha ido de otros grandes países de Europa, como Italia y Francia.