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Telecomunicaciones

Venezuela retiene dividendos millonarios de la filial de Telefónica

Venezuela es uno de los negocios más rentables de Telefónica, pero la capacidad de la filial de lograr beneficios contrasta con la dificultad de sacarlos del país. Telefónica todavía no ha recibido autorización para cobrar un superdividendo de casi 400 millones por los resultados de 2006, de cuyo pago dependen otros tres dividendos de años posteriores. Mientras tanto, los rumores de devaluación arrecian.

Sede de Telefónica
Sede de Telefónica

Ninguna empresa extranjera puede sacar dinero de sus inversiones en Venezuela sin autorización oficial. Es así desde 2003, cuando el presidente Hugo Chávez instauró un régimen de control de cambios que gestiona un organismo denominado Cadivi. Esta institución tiene en sus manos aprobar o rechazar las propuestas de repatriación de fondos de las filiales que hacen las compañías internacionales. También determina la cuantía.

La consecuencia directa de este sistema es que cobrar los dividendos de una filial venezolana lleva su tiempo. Telefónica lo sabe, se ha sometido rigurosamente a los procesos requeridos y ha logrado sacar del país dividendos por valor de cerca de 550 millones en los últimos tres años.

Pero esta cifra no representa ni mucho menos la totalidad de los dividendos que Telefónica quiere cobrar. Todavía tiene cantidades millonarias pendientes de aprobación y el problema es que en estos momentos los rumores de devaluación del bolívar arrecian.

Esta circunstancia ha despertado preocupación en la compañía, según fuentes conocedoras de la situación. Venezuela mantiene un cambio oficial fijo del bolívar frente al dólar, pero existe un mercado negro paralelo donde la divisa cotiza con mayor libertad y que muestra una depreciación continua en los últimos meses. Telefónica lo señala en el último documento que ha enviado a la SEC -la comisión de la Bolsa de EE UU, por sus siglas en inglés-: "A partir de septiembre de 2008, los mercados financieros locales han comenzado a sufrir por las turbulencias financieras y económicas externas, a lo que se ha unido la incertidumbre sobre el desarrollo local del país". Esta situación "ha llevado el tipo de cambio paralelo del bolívar 2,5 veces por encima del cambio oficial y ha elevado la prima de riesgo del país a un máximo de 1.800 puntos básicos, cuando estaba en 507 puntos al terminar 2007".

La tormenta se ha recrudecido en las últimas semanas y las presiones para una devaluación han aumentado, hasta el punto de que el ministro venezolano de Finanzas ha admitido por primera vez la preocupación del Gobierno por la escalada del dólar en el mercado paralelo.

Todo ello hace que Telefónica necesite conseguir cuanto antes la autorización del Cadivi para sacar sus dividendos del país. Si la devaluación llega antes del visto bueno, los beneficios de la filial en bolívares se verán inmediatamente reducidos al cambiarlos a euros.

Este temor no afecta sólo a la compañía española; hay otras empresas esperando también la autorización del Cadivi. Pero no todas ellas tienen, como Telefónica, un dividendo millonario a la espera de aprobación, del que además depende el cobro de otros.

La operadora pidió autorización como mínimo hace cinco semanas para cobrar un dividendo de casi 400 millones de euros, el de mayor cuantía solicitado hasta ahora por Telefónica, según documentos oficiales de la operadora. Lo más llamativo, sin embargo, no es la cifra, sino su procedencia, ya que el dividendo corresponde a beneficios no distribuidos que datan de 2006.

La autorización todavía no ha llegado, según reconoce la compañía, que prefiere no atribuir ninguna singularidad a este hecho. Pero se trata de una tardanza que cobra mayor importancia porque de ella depende que Telefónica pueda presentar otra propuesta para cobrar dividendos sobre las ganancias retenidas de 2007 y luego otra sobre las de 2008. También está pendiente que la operadora pida autorización para cobrar el dividendo corriente sobre las ganancias del último año, que sumaron 853 millones de euros al tipo de cambio oficial.

Telefónica no ha facilitado la cifra total de dividendos pendientes, porque asegura que no se aprueba el siguiente hasta que no se ha autorizado el anterior, pero es fácil que la cantidad supere los 1.000 millones. La operadora asegura oficialmente que no está preocupada y que está siguiendo el cauce normal para repatriar los dividendos.

Muchos temores recurrentes en el país latinoamericano

No es la primera vez que Telefónica se enfrenta al riesgo de devaluación en Venezuela, un rumor que ha surgido de forma recurrente en los últimos años. El problema es que nunca se sabe cuándo se harán realidad los temores. En esta ocasión, el Gobierno ha reconocido por primera vez el problema, pero por ahora está intentado idear otros remedios para evitar la devaluación del bolívar. Si esta respuesta funciona, no serán necesarias medidas más drásticas y se esfumará otra vez el riesgo de devaluación.Pero la depreciación de la divisa no es el único temor del mercado. En los últimos días, Hugo Chávez ha vuelto a poner las nacionalizaciones en el centro del debate. Esta situación, junto con la fuerte inflación que sufre el país, ha llevado a la sociedad de valores Bernstein Research a alertar sobre el riesgo para los activos de Telefónica. Bernstein considera que ha aumentado el temor tanto a una expropiación como a la imposición de nuevos impuestos como fórmula de Venezuela para capear la fuerte crisis económica.

Las cifras

853 millones de euros de beneficios son los que consiguió en 2008 la filial de Telefónica en Venezuela.4 dividendos por valor de un mínimo de 1.000 millones están pendientes de aprobación.

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