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Hacia un nuevo orden financiero

Unicaja y Cajasol respaldan la creación de una gran caja andaluza

Las dos grandes cajas del sur, Unicaja y Cajasol, se han manifestado a favor de la propuesta de Manuel Chaves de crear una 'gran caja andaluza'. La única matización para Cajasol es el momento. El objetivo de la Junta de que sea antes de la próxima primavera parece precipitado, teniendo en cuenta que tan sólo hace un año de la fusión de El Monte y San Fernando. El Ejecutivo andaluz quiere acercar posiciones con un gran pacto entre las cinco.

La historia se repite en sus orígenes, aunque la Junta de Andalucía espera que el momento económico anime en esta ocasión a las cinco cajas regionales a participar en su proyecto de dotar al sistema financiero autonómico de una mayor dimensión. El momento político también es favorable, ya que la dura relación política de PSOE y PP en la comunidad no se observa en los órganos de las cajas, donde existen pactos y ambos partidos conviven en armonía.

Como el antecedente de la caja única acabó en fracaso precisamente por la rebelión de las entidades, el Ejecutivo de Manuel Chaves insiste ahora en que se impulsarán las fusiones "respetando la autonomía de las cajas" y reconoce que hará falta "mucho diálogo". Su intención es promover un pacto político y también entre las entidades.

En 1999, la idea de la caja única sólo fue respaldada por Braulio Medel, el presidente de Unicaja, una entidad que en calidad de mayor entidad de Andalucía hubiera liderado la operación de fusión a seis bandas. La unión de El Monte y San Fernando, que terminó dando lugar a Cajasol, fue precisamente un movimiento defensivo que intentaba desbaratar aquel proyecto, lo que de hecho logró. Si los números marchan, y de momento así es a pesar de la crisis, ninguna de los grupos parece dispuesto a renunciar a su cuota de poder en favor de una entidad mayor.

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Igual que hace casi una década, sólo Unicaja (y Cajasol, con salvedades) se muestra dispuesta incondicionalmente a secundar los planes de la Junta y participar en la creación de la gran caja andaluza. Este concepto menos ambicioso sustituyó al de caja única cuando el Gobierno andaluz terminó asumiendo que no era posible integrar a Cajasur, la entidad controlada por la Iglesia, que insiste en esta singularidad para rechazar de cualquier tipo de operación.

Medel es de hecho el gran defensor y promotor de las fusiones en Andalucía, aunque la falta de resultados ha llevado al también presidente de la federación andaluza FACA a proponer una reforma de la legislación del sector para hacerla más flexible y alentar así las uniones incluso entre grupos de diferentes comunidades.

También estaría por la labor Cajasol, aunque con importantes matices con respecto a los plazos de la Junta. Pese a que el presidente Antonio Pulido siempre se ha mostrado partidario de nuevos movimientos, la caja tampoco oculta que su fusión requiere un plazo de maduración más amplio del que estima la Junta, que aspira a retomar las fusiones en la primavera de 2009.

También lo tiene muy claro Caja Granada, que no piensa cambiar su discurso radicalmente contrario a las fusiones por el momento económico. La entidad presidida por Antonio Claret García defiende su independencia y se niega a participar en una fusión donde no resulte caballo ganador.

PUGNA. Caja Jaén, la más pequeña y disputada pieza del tablero

Caja Jaén, la más pequeña de las cajas andaluzas con sólo cinco millones anuales de beneficios y un volumen de negocio de 1.600 millones de euros, es sin embargo un estratégico bocado para las otras dos cajas del oriente andaluz. Tanto Unicaja como Caja Granada quieren absorber a esta entidad, una pugna que nunca se ha ocultado y que saltó a la luz pública con toda virulencia en 2005 al asegurar las dos entidades que negociaban una fusión con Caja Jaén. La entidad presidida por José Antonio Arcos Moya, visiblemente molesta por el acoso, descartó los dos movimientos y se mantiene desde entonces a la espera de que las grandes cajas lideren integraciones más amplias a las que pueda sumarse sin conflictos localistas.La disputa en torno a Caja Jaén, a pesar de la escasa dimensión financiera de esta operación, es la mejor muestra de las extremas dificultades que entraña la unión de cajas de ahorros en Andalucía.

BEF. El banco de cajas, un paso intermedio para enseñar a colaborar

El Banco Europeo de Finanzas (BEF), que lleva poco más de un año de funcionamiento, es un instrumento de cooperación de las cajas impulsado por la Junta de Andalucía como camino indirecto de cara a las fusiones. Ante el fracaso político del primer plan para lograr la concentración del sector financiero andaluz, el Gobierno regional se propuso limar los problemas de localismo de las cajas enseñando a las entidades a colaborar en proyectos conjuntos.Por primera vez, los cinco presidentes de cajas se sentaban a la misma mesa para diseñar una estrategia inversora conjunta frente a la anterior dinámica de feroz competencia entre ellas. De este foro, según admiten fuentes de la Junta, debería nacer el acuerdo para crear la gran caja andaluza. Con sede en Málaga, el BEF nació con unos fondos propios de 90 millones de euros, si bien las cajas de ahorros acordaron ampliar este capital inicial hasta los 120 millones de euros.

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