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Distribución

La UE aligera el equipaje de mano para volar

Bruselas definió ayer, por fin, las nuevas medidas de seguridad aérea que afectarán a los pasajeros de avión y que serán de obligatorio cumplimiento a primeros de noviembre en los aeropuertos de los 25 países de la Unión Europea. La iniciativa, tomada a raíz del conato de atentados de este verano en Londres, busca, según la Comisión Europea, el equilibrio entre una seguridad más rigurosa y la comodidad de los pasajeros.

El acuerdo final, sin embargo, se parece como dos gotas de aguas a las normas aprobadas por las autoridades estadounidenses el pasado lunes. Y a uno y otro lado del Atlántico se ha intentado, sobre todo, preservar el negocio de las tiendas aeroportuarias, distinguiendo entre los líquidos que se pueden portar antes de pasar el control de embarque y los que se compren después.

Las nuevas normas sólo permitirán en cabina frascos o envases con una capacidad de hasta 100 mililitros. Pero no en un número indeterminado. Sólo los que quepan en una bolsa de plástico transparente de un litro de capacidad. Las dimensiones están pensadas para poder transportar los líquidos considerados imprescindibles, como ciertas medicinas, soluciones salinas para lentillas, hidratantes o bebidas.

El viajero deberá pasar un control visual de sus pertenencias personales

La bolsa deberá presentarse en el punto de revisión de los equipajes de mano. Y una vez en la zona de embarque, la libertad de aprovisionamiento continuará casi como hasta ahora. 'Las nuevas normas permitirán a los pasajeros comprar, bajo ciertas condiciones, mayores cantidades de líquidos en las tiendas del aeropuerto', tranquilizó ayer la Comisión.

El matiz suavizará el impacto económico de la media en los grandes operadores aeroportuarios, los grupos de distribución que explotan las tiendas instaladas en los aeropuertos, y los fabricantes de perfumes, cosméticos y bebidas, es decir, los productos típicos de venta en aeropuertos. De hecho, las asociaciones europeas que aglutinan a este tipo de compañías se han empleado a fondo en las últimas semanas con una potente campaña de lobby sobre la CE.

La industria se negó a que se permitiera la venta en las tiendas con entrega al pasajero en la puerta de embarque por el fuerte corte que ello tendría. Y planteó a los técnicos y políticos comunitarios la necesidad de combinar adecuadamente la seguridad de los pasajeros con la libertad comercial dentro de las instalaciones aeroportuarias. 'El objetivo es unificar criterios para que los viajeros que vuelen dentro de Europa o a otros destinos, ya sea con escala o sin ella, no tengan que pensar qué es lo que cada país permite llevar como equipaje de mano', comentan fuentes del sector.

En este sentido, la propuesta que el tejido empresarial afectado presentó a Bruselas apuntaba en dos direcciones. Por un lado, permitir que los establecimientos ubicados en la zona fuera de control (antes de pasar el arco de seguridad) puedan vender sus productos a los viajeros siempre y cuando los porten en bolsas transparentes y selladas, si van como equipaje de mano. Por otro lado, incrementar las medidas de seguridad en la zona aérea (pasado el control de pasaportes) pero de espaldas al cliente, es decir, con un mayor seguimiento del producto desde que sale de fábrica hasta que llega a tienda. Esto permitiría al pasajero poder seleccionar y comprar su mercancía con la misma libertad que hasta ahora.

Fuentes del sector justifican esa diferencia en que todos los establecimientos que están en 'zona aire' están muy controlados, ya que la mercancía duty free está sometida a control aduanero.

Bruselas y Washington han transigido con gran parte de las reclamaciones de la industria. Pero aún así, deberán concentrar la venta de líquidos en la zona de embarque, porque hasta el control de equipaje habrá que llegar con poco más que una lata de refresco.

El 1% del comercio mundial

Las ventas españolasEl comercio aeroportuario que se generó en España durante el año pasado superó los 600 millones de euros. Los productos que más atraen al viajero comprador son los perfumes (un 33%) del total, mientras que el tabaco representa el 27% de las ventas. Las bebidas alcohólicas se quedan atrás con un 12% de los ingresos totales, mientras de los productos de alimentación suponen el 10%. El restante 18% se reparte entre joyas, relojes, artículos deportivos, gafas, música, etc.Impacto en el billeteUn tercio de los ingresos que perciben los aeropuertos proviene de las tiendas implantadas en sus instalaciones. Y es que la mayoría de los aeropuertos internacionales condicionan los cánones que reciben de las tiendas a un porcentaje de las ventas que realizan. Si esa partida disminuye porque hay menos compradores, los aeropuertos compensarían esos ingresos elevando las tasas de las aerolíneas. Y estas lo repercutirían a los viajeros mediante un alza en el precio del billete.El negocio aéreoLas ventas que se generan en las tiendas de los aeropuertos de todo el mundo representan el 1% del comercio mundial, según datos de la Asociación Española de Travel Retail, que agrupa a empresas como Iberia, Aldeasa, Bacardí, Cortefiel. Philip Morris y Antonio Puig, entre otras. En 2004 (últimos datos mundiales disponibles), el negocio de las tiendas aeroportuarios alcanzó los 27.000 millones de dólares, el 48,8% de los cuales se generó en Europa, el 23,8% en América y el 30% en Asia.

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