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Automoción

Tensión laboral en la planta de Ford en Almussafes a la espera de un nuevo modelo

La planta de Ford en Almussafes se enfrenta a unos meses decisivos con una tensa relación entre dirección y sindicatos. Los representantes de los trabajadores han planteado dos días de paro.

El ambiente en la planta de Ford en Almussafes no es el más idóneo para afrontar los meses que tiene por delante. Pendientes de la adjudicación de nuevos productos, la factoría valenciana vive una tensa relación entre los sindicatos y la dirección, que ha desembocado en la convocatoria de dos días de paros para el mes de julio que se unen a la negativa de la plantilla de realizar horas extra.

Los motivos de esta conflictividad laboral vienen de lejos. El director de la planta, Antonio Adés, nunca ha acabado de sintonizar con los representantes de los trabajadores, que le acusan de no realizar las inversiones mínimas de mantenimiento y modernización en las líneas de montaje. 'Hay un abandono total de las instalaciones', reprocha Gonzalo Pino, secretario general de UGT en Ford, sindicato mayoritario en el comité de empresa. A esta crítica se une un problema de contratación de los empleados que han entrado en los últimos cinco años para cubrir las bajas por jubilaciones incentivadas.

Es en este escenario en el que Ford Europa deberá definir el futuro de su planta valenciana. Tal y como estaba previsto, la semana pasada salió de las líneas de montaje el último de los Mazda2 que se han fabricado en Valencia. Una experiencia fallida que se inició en 2003 y que supuso la primera producción de la filial japonesa de Ford fuera de su país de origen. El objetivo era fabricar unas 40.000 unidades anuales para cubrir el mercado europeo. Pero a los japoneses no les salieron las cuentas y decidieron hace unos años replegarse de nuevo.

Tras haber producido 161.943 unidades, la planta de Almussafes se queda ahora con tres modelos, el Focus, el Fiesta y el Ka. Este último también tiene los días contados. Dejará de fabricarse el año que viene. Pero para entonces la fabrica ya debería saber cuál es su sustituto.

Nuevo motor

La falta de conexión entre sindicatos y dirección ha provocado incluso que UGT haya mantenido distintas reuniones directamente con la cúpula de la marca del óvalo en Europa para intentar atraer inversiones a Almussafes.

El presidente de Ford España, Antonio Machado ha repetido ya en varias ocasiones que está convencido de que la multinacional adjudicará 'al menos un modelo' a Valencia. Sin embargo, nunca ha concretado fechas ni detalles. UGT por su parte, estima que el encargo de producción de nuevos modelos se producirá después del verano, y confía en que la salida de los vehículos más pequeños, como el Mazda o el Ka, permitirán a Almussafes optar a modelos de mayor valor añadido que ahora se fabrican en Alemania o Bélgica, 'países ambos que son más caros que España, por lo que resultaría más rentable hacerlos aquí', asegura Pino.

Mientras la planta valenciana inició el viernes la producción de un nuevo motor, el Duratec de 2.3 litros.

Es una nueva cilindrada de un modelo que ya se producía en la planta valenciana y que se montará en vehículos de gran tamaño, lo que, según UGT, coincide con la posible llegada de coches más grandes.

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