Telefónica y Vodafone lanzan una banda ancha móvil más veloz que el ADSL

El acceso a internet con banda ancha móvil siempre ha tenido una ventaja evidente con respecto al ADSL o a las conexiones de cable: la movilidad, la posibilidad de estar conectado allí donde esté el cliente. El resto eran desventajas: menor velocidad, más precio y limitación de descarga.

Por eso, frente a las nueve millones y medio de líneas de banda ancha fija que hay en el país, las de móvil se quedan en el entorno del millón y medio. También es verdad que la navegación en movilidad lleva menos tiempo en el mercado.

Pero la distancia se está acortando. Mientras que la banda ancha fija crece a tasas del 1% o del 2% intertrimestral, la móvil lo hace a ritmos de dos dígitos o muy cerca de ellos. ¿La razón? Las operadoras están apostando por esta tecnología de una manera que está borrando las desventajas con respecto al ADSL.

El último movimiento de las dos principales telecos nacionales es una clara muestra de ello. En un ejemplo más de la fuerte competitividad que hay entre ambas por liderar el desarrollo tecnológico del país, Telefónica y Vodafone coincidieron ayer en anunciar el lanzamiento de la tecnología HSPA+. Al margen de las siglas, la principal novedad de esta mejora técnica es que da velocidades de navegación móvil de 21 megas, siete veces más que la velocidad actual. Por primera vez la banda ancha celular supera al ADSL, cuya oferta más popular es de 20 megas y la más extendida, de seis megas.

Además, la intención de Telefónica es ir aumentando esta capacidad. Llegará a 42 megas a mediados del año que viene y a 84 megas a finales de 2010.

Una vez superada la barrera de la velocidad, queda la del precio, donde todavía hay diferencia, aunque cada vez menos. Y es que tanto Telefónica como Vodafone han optado por incluir la actual mejora en las tarifas ya existentes, sin aumentar el precio de las cuota. Por eso, los clientes del ex monopolio tendrán acceso a velocidades de 21 megas de bajada y de 5,76 megas de subida en la tarifa plana de 49 euros al mes, con 10 gigas de límite de descarga. La que cuesta 39 euros ve mejorada la capacidad a siete megas y su límite de descarga, a cinco gigas. Está previsto que según avance el despliegue de HSPA+ también pueda beneficiarse de la máxima velocidad.

Vodafone dará 21 megas en sus dos tarifas planas de banda ancha móvil, la de 39 euros al mes y la de 49 euros, pero su límite de descarga es de cuatro gigas.

Frente a estos precios, Telefónica vende su ADSL de 10 megas a 44,90 euros al mes, con tarifa plana de llamadas a fijos. La banda ancha tradicional de máxima velocidad de Vodafone se paga a 34,90 euros o 39,90 euros al mes, dependiendo de los complementos que tenga.

En todo caso, no todos los ciudadanos tendrán acceso a una navegación celular de 21 megas. Por ahora serán pocos, pero la tecnología se irá extendiendo hasta que llegue a la mayoría de la población, a finales del año que viene. Telefónica empieza desde hoy por determinadas zonas -aeropuertos, centros de negocio...- de Madrid y Barcelona para empresas. A mediados de diciembre llegará al público residencial en estas ciudades. A principios de 2010, se extenderá a los siete principales núcleos urbanos y a las poblaciones de más de 250.000 habitantes a fin de año. Para acceder al servicio se debe disponer de un módem, que costará 19 euros a los nuevos clientes con la tarifa de 49 euros al mes y unos 50 euros si se compra por separado.

Vodafone comienza con cobertura en las siete grandes ciudades en las zonas de mayor consumo y para todos los clientes. Y llega a 28 megas en algunas zonas de Madrid. También lo irá ampliando.

Pero Telefónica no sólo está mejorando su red celular por la parte alta, sino también por la baja. La operadora ha introducido la tecnología EDGE en su infraestructura de segunda generación, lo que permite navegar a 400 Kbps -la velocidad del UMTS, la primera versión de la tercera generación- en zonas rurales y otros sitios donde la cobertura no es buena y tiene problemas para llegar al interior de los edificios. El objetivo es que, con una tecnología o con otra, la banda ancha móvil sea cada vez más universal.