Telefónica y Argentina buscan poner fin al pleito sobre tarifas

Es la última empresa española que mantiene su denuncia contra Argentina ante el tribunal de arbitraje del Banco Mundial, el Ciadi. Telefónica inició el proceso en 2003, en busca de una reparación contra la congelación de tarifas y la pesificación de la economía que decretó el Gobierno argentino para salir de la crisis de 2002. Pide 2.800 millones de dólares de compensación -unos 2.100 millones de euros al cambio actual-, pero sobre todo busca un nuevo acuerdo sobre precios y condiciones de prestación de servicios con el Ejecutivo del país austral.

Han pasado seis años desde que Telefónica planteó la denuncia y siete desde que el Gobierno rompió el equilibrio que imperaba hasta el momento, pero los avances han sido mínimos. La operadora española acordó en 2006 congelar el pleito como gesto de entendimiento ante la cercanía de un acuerdo, pero el pacto no llegó y la congelación se ha prorrogado cuatro veces desde entonces.

El proceso parecía estancado, hasta que el pasado 6 de abril las partes notificaron al Ciadi que están "en negociaciones avanzadas para llegar a un acuerdo extrajudicial" que ponga fin al pleito, según desvela Telefónica en el documento en el que rinde cuentas anuales ante la Comisión de la Bolsa de Estados Unidos -la SEC, por sus siglas en inglés-.

Fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran que el acuerdo que se está buscando no se refiere tanto a una solución a la congelación de tarifas como a un pacto para desbloquear el pleito ante el Ciadi y poner fin a la reclamación internacional. Telefónica tendría que olvidarse de su reclamación de 2.800 millones de dólares, pero considera que es el momento de explorar otras opciones para el negocio en Argentina por el bien de sus accionistas, antes de eternizarse en un proceso que, visto el resultado, no está funcionando.

Las cuentas de Telefónica incluyen también el resultado neto conseguido por cada una de las filiales en 2008, una información que la operadora no reveló cuando publicó sus resultados anuales en febrero. En esas cuentas se constata que Telefónica Latinoamérica es más rentable que nunca, con un resultado de 3.375 millones de euros, una cifra que duplica con creces la de 2007, gracias a los mayores beneficios en el móvil de Brasil y a la reducción de pérdidas en México. El negocio de telefonía fija en España también mejora su beneficio, con 2.950 millones, frente a los 2.273 millones de un año antes.

Peor es el resultado del negocio nacional de móviles, que mejora sólo un 4% y se sitúa en 2.593 millones. Pero donde más se notan los efectos de la crisis es en Telefónica Europa, que reduce su resultado a 483 millones. También del Viejo Continente proceden las mayores pérdidas de una filial de Telefónica. Son las del holding donde tiene su participación en Telecom Italia y superan los 1.500 millones.

Telefónica ha aprovechado la presentación de su informe anual ante la SEC para ampliar la información sobre su oficina de principios de actuación. La compañía dio en 2008 un nuevo impulso a este departamento, que se encarga de revisar los procesos y controles para asegurar el cumplimiento del código ético de la firma. La ley estadounidense exige su implantación en el área financiera, pero Telefónica la ha extendido a toda la empresa.

Por otra parte, la operadora ha ampliado los descuentos a parados anunciados en marzo. A partir de ahora, podrán acogerse a ellos también los desempleados de grandes empresas que hayan realizado procesos de regulación de empleo. Hasta enero de 2010, las empresas podrán ofrecer a estas personas el traspasado a su nombre sin coste de la línea de telefonía móvil que hasta entonces pagaba la compañía. A partir de ahí, podrán beneficiarse del descuento del 50% de la factura, con un límite de 20 euros.

Hasta el momento, 100.000 personas se han acogido a los descuentos a desempleados de Telefónica.