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Taxis rosas sólo para mujeres para evitar agresiones en Londres

A los sobrios, elegantes y tradicionales taxis negros londinenses -conocidos como black cabs- les ha salido una colorida competencia. A partir del viernes, un primer grupo de 15 llamativos coches rosas de la compañía Pink Ladies alegrarán las calles de la capital británica. Rosas por fuera, sillones de cuero rosa y conductoras con uniforme rosa, los taxis rosas sólo recogerán a mujeres y a niños menores de 12 años. No pasarán desapercibidos y eso es exactamente lo que se proponen sus creadoras, Tina Dutton y Andrea Winders.

No todos los 25.000 taxis londinenses son black cabs. Muchos son coches normales, pero entre ellos se disimulan miles de conductores sin licencia y no siempre con buenas intenciones. En Londres, cada mes una media de diez mujeres sufren agresiones sexuales por parte de falsos conductores de taxi. Por ello, un coche que se reconozca con facilidad representa más que amor al kitsch. Es una primera garantía de seguridad.

'Oía todas esas historias de mujeres asesinadas por taxistas ilegales, de personas mayores atracadas y de niños que se suben a los coches y no vuelven a aparecer. Pensaba en mis hijos y decidí hacer algo al respecto', explica Tina Dutton, una de las fundadoras. Dutton tenía entonces su propio instituto de belleza en Warrington, al noroeste de Inglaterra. Junto con su amiga Andrea Winders, empresaria y contable, decidieron lanzar taxis exclusivamente femeninos. Se pusieron manos a la obra y en apenas once semanas nacía la compañía Pink Ladies. 'Cogimos los coches, los pintamos de rosa y nos lanzamos', explica Dutton. Los primeros Renault Kangoo rosas empezaron a circular en junio de 2004 en Warrington. Ante el éxito del negocio, las dos amigas -a las que se unió Kerry Katona, ex cantante británica del grupo Atomic Kitten- venden franquicias por todo el país.

A la empresa le han llegado peticiones de franquicias de todo el Reino Unido e incluso de países como México y Colombia

Las ventajas de seguridad que ofrece la línea van más allá del rosa de reconocimiento. Las conductoras son todas mujeres. Reciben formación de autodefensa personal y todos los vehículos poseen tecnología de localización GPS 'para garantizar la seguridad de las conductoras'. Las clientes reciben una llamada un par de minutos antes de la llegada del taxi para no tener que esperar solas en la calle y las taxistas esperan a que la mujer haya entrado en el lugar de destino. Para pedir un taxi rosa hay que inscribirse y pagar una cuota. En Warrington la empresa tiene más de 5.000 asociadas. El precio depende de la ciudad. En la capital británica costará tres libras (4,5 euros), el 10% de los cuales van a la asociación de lucha contra el cáncer de mama. Los pagos se hacen a través de una tarjeta de recarga, con lo cual ni la cliente necesita llevar dinero encima ni la conductora se arriesga a ser atracada.

Dutton está convencida de que sus taxis rosas serán un éxito en Londres. Los compradores de la franquicia en la ciudad prevén que circularán unos 200 coches este año. El próximo destino será Manchester. Dutton no da abasto para enumerar las peticiones de franquicias que le llegan. Blackpool, Leeds, Liverpool... 'Incluso ahora, del otro lado del Atlántico, de México y Colombia', afirma.

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