Tabacaleras y estancos, contra la nueva ley anticontrabando

El Ejecutivo propone rebajar los requisitos necesarios para que una aprehensión de tabaco sea considerada contrabando. En concreto, elevará el valor de las labores de tabaco capturadas desde los 6.000 hasta los 20.000 euros, según recoge el proyecto de la nueva ley de represión del contrabando.

El proyecto aún está en fase parlamentaria, pero ha desencadenado las críticas tanto de las tabacaleras como de los estanqueros. La Asociación Empresarial del Tabaco (AET) se opone "radicalmente" a la reforma. Cree que se trata de una "despenalización encubierta del contrabando de tabaco. Las mafias podrán mover más fácilmente grandes cantidades de tabaco sin temer ninguna repercusión más que la multa", asegura la AET.

"Los beneficios que obtengan de los géneros no incautados cubrirán perfectamente la multa por la parte mínima que sí se detecte", recalcan. Critican especialmente el momento elegido, dada la caída de ventas de cigarrillos tras la entrada en vigor de la ley que prohíbe fumar en todos los espacios públicos cerrados. "Es una nueva agresión por parte del Gobierno a la industria del tabaco y al empleo que esta mantiene en España, así como a los propios estanqueros".

Y la consideran "especialmente inoportuna" al plantearse en "un momento en el que los datos sobre comercio ilícito registrados en los últimos meses reflejan ya una preocupante tendencia a la baja en las ventas legales de tabaco en España, especialmente en algunas provincias del sur de la Península, donde se han llegado a registrar índices próximos al 25%".

"Resulta realmente decepcionante que (...) el Gobierno auspicie una nueva medida tan desacertada", insisten a través de un comunicado.

Los estanqueros son igual de críticos con el proyecto. "En los últimos meses, los estanqueros han visto reducidos drásticamente sus ingresos debido a diversos motivos", asegura el presidente de la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España, Mario Espejo Aguilar.

A la ley del tabaco se ha sumado la crisis y la subida de precios de las cajetillas por el alza fiscal del pasado mes de diciembre.

El presidente de los estanqueros cree que "aumentar el umbral mínimo de contrabando solo incentivará el mercado ilegal de tabaco, y provocará el efecto contrario al buscado por el Estado en cuanto a recaudación fiscal y protección de la salud de los ciudadanos". En su opinión, "el contrabando de tabaco es, en su mayoría, tabaco falsificado que carece del más mínimo control sanitario".

Según los cálculos de la asociación, cada punto porcentual de contrabando de tabaco supone 11,1 millones de euros menos para los estanqueros. Además, para el Estado conlleva un impacto de 80 millones de euros menos en impuestos especiales y otros 18,8 millones de euros en la recaudación del IVA.