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Esperará al cierre del ejercicio antes de un anuncio oficial

Sacyr se plantea recuperar este año el pago de dividendos

Sacyr Vallehermoso no quiere dar nada por sentado antes de presentar los resultados de 2010, pero en su consejo se da por hecho la vuelta al pago de dividendos en el presente 2011. La compañía abandonó está práctica para compensar las pérdidas de 256 millones recogidas en 2008.

Sacyr tiene claro que volverá a remunerar a sus accionistas tan pronto como sea posible. Y los primeros interesados en que esto sea así se sientan en el consejo, junto al presidente de la compañía, Luis del Rivero. Con prácticamente un 80% del capital representado en el máximo órgano de decisión de la empresa, la medida de retornar al reparto de dividendos está tomada, según fuentes solventes. Sin embargo, el grupo prefiere esperar al cierre de 2010 antes de realizar anuncios al respecto. "El dividendo se volverá a entregar en cuanto sea posible", comentan desde la empresa. De momento, Sacyr amasaba 122 millones de beneficio a 30 de septiembre y presenta resultados del ejercicio completo el próximo día 28.

En Ciudad de Panamá, donde se encuentran tanto el presidente Del Rivero, como el consejero delegado Manuel Manrique, por el momento no ha habido declaraciones al respecto.

Sacyr Vallehermoso celebrará su próxima junta general de accionistas, si no hay cambio de agenda, el próximo mes de junio. Para entonces se espera la incorporación al consejo de un representante del grupo murciano Fuertes y otro que hable por el inversor y constructor José Moreno. Se especula con que los dos nuevos dominicales serán los propios Tomás Fuertes y el citado José Moreno.

Para entonces, la compañía debería refrendar ante sus accionistas la vuelta a la normalidad en cuanto a la remuneración a los inversores. Un hecho sobre el que los analistas y gestores de fondos han preguntado en los últimos días a la compañía y sobre el que no han encontrado desmentido alguno.

Sacyr pagó 30 céntimos por acción (un total de 91 millones de euros) con cargo a un hipotético resultado positivo que no llegó a producirse en 2008.

Por el contrario, con unas pérdidas de 256 millones ese año, Sacyr decidió aparcar su política y aplicar un plan de máxima austeridad. Se trataba de recuperar cantidades repartidas a cuenta del citado 2008, obtenidas de las reservas voluntarias, con los beneficios de 506 millones recogidos en 2009, tras la desinversión en la gestora de infraestructuras Itínere.

En el día a día de Sacyr acaban de darse dos ampliaciones de capital, que han dado oportunidad a los dos nuevos partícipes del grupo a ascender por encima del 5% cada uno. Con sendas operaciones, Sacyr ha reforzado sus capital con 500 millones de euros, pero en los folletos de estas operaciones no se ha mencionado palabra alguna sobre la política de dividendos. Por ello, la incertidumbre reside en si el pago será con cargo al resultado de 2010, que es lo que apuntan las fuenets consultadas por este pe?riódico, o se avanzará, tras el verano, una entrega dando por sentado el beneficio en 2011. La compañía prefiere no avanzar nada al respecto.

Un guiño a la banca

El gesto de quedarse sin dividendo y sin la tradicional ampliación liberada de capital fue entregado por Del Rivero y su consejo como un gesto de austeridad ante la mirada de la banca acreedora. Lo importante entonces era atender al pago de los intereses por la deuda contraída, principalmente, por la participación del 20% en Repsol. Una obligación que Sacyr viene atendiendo con el cobro del dividendo de la petrolera.Con esa prioridad aún sobre la mesa, el grupo se enfrenta a la extensión del crédito de 5.000 millones con la acción de Repsol prácticamente recuperada (Sacyr compró en 2006 a 26 euros por título) y al reto de dejar reducida a cero una deuda corporativa que asciende a 600 millones.

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