Reyal vende Torre Ombu y trata de eludir el concurso
Reyal Urbis ha acordado la venta de Torre Ombu, edificio de oficinas en Madrid, por cerca de 45 millones, maniobra clave en el proceso de reestructuración de la deuda. La operación se llevó a cabo horas después de que el consejo de la inmobiliaria no llegara a firmar el acuerdo final con la banca acreedora para evitar el concurso.
La inmobiliaria Reyal Urbis ha llevado a cabo una operación que deberá repetir en las próximas semanas si pretende eludir el concurso de acreedores y alcanzar un acuerdo satisfactorio con la banca acreedora.
La compañía de Rafael Santamaría ha acordado la venta de Torre Ombu, un edificio de oficinas en Madrid, próximo a Méndez Álvaro, por cerca de 45 millones. El inmueble, de 13.000 metros cuadrados, tiene como principal inquilino al grupo Renault. Cuenta con 14 plantas diáfanas y exteriores, más planta baja. Dispone además de cuatro plantas bajo rasante con 220 plazas de garaje.
La consultora inmobiliaria Aguirre Newman ha sido contratada este año por Reyal para proceder a la venta de algunos de sus mejores activos, entre ellos Torre Ombu. Lazard, por su parte, es el banco contratado por Reyal como asesor de la reestructuración de la deuda. La empresa, con una deuda cercana a los 5.000 millones de euros, lleva todo el año negociando con la banca acreedora un acuerdo que permita a la compañía eludir el concurso de acreedores.
El consejo de Reyal se reunió el martes 22 de diciembre a las 20 horas y, según las fuentes consultadas, no se llegó a firmar un contrato de refinanciación "aunque ya hay unos principios básicos". El acuerdo entre la inmobiliaria y la banca acreedora contempla la venta de activos "en un plazo determinado" y trata de evitar que las entidades financieras acreedoras se conviertan en accionistas de Reyal Urbis. "La banca no quiere ahora que ocurra como en Metrovacesa y Colonial", indican las fuentes recordando los casos de las dos mayores inmobiliarias españolas en las que sus principales accionistas -la familia Sanahuja y Luis Portillo, respectivamente- intercambiaron títulos de la compañía a cambio de reducir deuda.
Estas fuentes explican que Rafael Santamaría no quiere que le ocurra lo que a la familia Nozaleda "que vendió todos los activos que pudo para contentar a la banca y acabó entrando en concurso".
El comprador
Aunque no ha trascendido la identidad del comprador de Torre Ombus, la operación es similar a otras cerradas en 2009. En ellas, era un grupo familiar que apuesta por el negocio de adquirir un edificio con un inquilino teóricamente solvente y con voluntad de permanencia.