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El Consejo de Ministros dará luz verde a la operación

Renfe divide su negocio de cargas en cinco empresas y privatizará el 45%

Renfe creará antes de septiembre cinco sociedades anónimas de las que venderá a privados el 45%. El proyecto, que lidera Manuel Acero y será autorizado por el Consejo de Ministros, tiene como fin cumplir el objetivo empresarial y la exigencia de la UE de poner en beneficios el transporte de mercancías por tren, que factura 300 millones y pierde 60.

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Renfe venderá los billetes del AVE al precio que fije la demandaCINCO DÍAS

Renfe lanza un nuevo y agresivo proyecto para intentar recuperar y poner en positivo, de una vez por todas, su lánguido negocio de mercancías. La compañía que preside Teófilo Serrano ha puesto en marcha un proceso para volcar el grueso de su actividad en cinco sociedades anónimas, al tiempo que convierte su actual división de mercancías en una estructura de staff de unas 100 personas, que proveerá de servicios de tracción y maquinistas a las nuevas sociedades anónimas.

Renfe tiene la intención de volcar sobre estas cinco nuevas sociedades buena parte de sus activos laborales, (la división de cargas tiene hoy 1.650 empleados). También aportará su flota especializada de vagones y los contratos de transporte en vigor, así como aquellos que negocia o está a punto de renovar.

Las cinco sociedades anónimas cuyo lanzamiento ya ha puesto en marcha responden a los cinco negocios de grandes mercancías en los que el tren está especializado.

Navieras y empresas de transporte por carretera son los socios que se buscan

La primera sociedad anónima de nueva creación se dedicará al transporte intermodal y su presidente será, Julian Mata, un ejecutivo recién fichado del gigante ferroviario alemán DB, líder mundial del sector.

La segunda empresa tendrá por objetivo el transporte de productos siderúrgicos. Su presidenta será Susana Lozano. La tercera empresa transportará coches nuevos y los componentes para su fabricación. Estará encabezada por Javier Dietta. La cuarta compañía se centrará en transporte multiproducto y de graneles y se ha nombrado a María Isabel Arroyo para que la lidere.

La quinta sociedad mercantil estará centrada en la prestación de servicios logísticos; esto es, a proveer las ayudas (estiva, remolque, etc.) que los trenes de carga precisan cuando hacen escala en puertos, estaciones o apartaderos.

Al frente de este nuevo esfuerzo y como director de la división de Renfe Mercancías se ha colocado a Manuel Acero. En menos de un año ha dado un vuelco a la estrategia de la compañía y, conforme a los vientos que corren en el Ministerio de Fomento (del que depende la operadora ferroviaria), ha puesto en marcha un plan que contempla la privatización parcial de los negocios de la compañía.

Acero, como otros directivos a los que se está confiando el proceso de desinversiones parciales de empresas públicas, tiene una larga trayectoria en Renfe, pero también cuenta en su currículum una dilatada experiencia en la empresa privada. æpermil;l, precisamente, ha sido uno de los impulsores de Pecovasa, una sociedad dedicada al transporte ferroviario de coches nuevos y de componentes de automoción de la que Renfe adquirió un 55% en 2010.

Pecovasa tiene ahora todas las papeletas para transformarse en la sociedad anónima que explote el negocio de transporte de automóviles de Renfe.

El plan de privatización parcial del negocio de mercancías tiene su primer hito en su próxima aprobación por el Consejo de Ministros. La autorización del Gobierno es preceptiva, ya que el plan diseñado por Acero contempla la venta a inversores privados de hasta el 45% de cada una de las nuevas sociedades anónimas que van a crearse.

Tras la autorización del Gobierno las sociedades se constituirán con el 100% del capital de Renfe. De inmediato se procederá a traspasar el personal, el material rodante y los contratos. Concluida esta fase, en otoño se realizarán los primeros servicios de transportes con la nueva estructura. Después se materializarán las negociaciones, ya iniciadas, para proceder a la privatización parcial del capital.

El perfil de los socios que se buscan es el de agentes de transporte marítimo, por carretera, agentes logísticos, de los que se exigirá que aporten contratos, mercado y experiencia. La venta busca dar viabilidad al transporte por ferrocarril y en ningún caso es una desinversión para mejorar las cuentas públicas. Por ello, los desembolsos de los nuevos socios serán reinvertidos en la propia sociedad.

Automóviles y siderurgia nacerán con beneficios

Manuel Acero prevé que las nuevas sociedades de transporte de automóviles y de siderúrgicos nacerán ya con beneficios. Las otras tres, en el momento de su puesta en marcha, aportarán una situación cercana al equilibrio. El plan que ha desarrollado Renfe contempla que en un primer momento y durante un plazo no superior a tres años, la operadora será capaz de compensar las pérdidas que le genere este proyecto. A partir de 2014 todos sus negocios de carga tendrán que dar beneficios.Las mercancías por ferrocarril son una actividad liberalizada en todo el territorio de la UE desde enero de 2005. En este tiempo se ha desarrollado en España un sector privado de dimensión moderada, pero que sirve de contrapunto y de competencia al monopolio de Renfe.La coincidencia de la liberalización con la crisis hace que el nuevo marco de competencia no esté sirviendo para que el transporte ferroviario de mercancías haya podido repuntar. Se mantiene estancado en un 4% del mercado total, cuando a mediados del siglo pasado los trenes eran el vehículo con el que se movía la mitad de las cargas del país.Exigencia de rentabilidadEn julio del año pasado, entró en vigor la normativa europea que impide otorgar ninguna subvención a una línea de transporte por ferrocarril que no haya sido previamente declarada de servicio público. Las cargas están expresamente excluidas de esta consideración .En este escenario Renfe se ve forzada a dar un cambio radical a su posicionamiento en este mercado. Las cifras no pueden ser más elocuentes. Durante 2010, en datos provisionales, Renfe Mercancías consiguió una facturación entre 250 y 300 millones, mientras arrojaba un resultado negativo de 60 millones. Renfe cuenta en la actualidad con una plantilla de 1.650 personas dedicada a cargas. La dirección de la empresa y los sindicatos han llegado a un acuerdo para que esta plantilla pase a las cinco nuevas empresas conservando íntegros todos sus derechos sociales, salariales y laborales y tengan segura la vuelta a la matriz en caso de cese de la actividad.

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