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'Telecos'

Reino Unido choca con Telefónica y Vodafone en el reparto de frecuencias

El Gobierno de Reino Unido lleva meses negociando con las operadoras de telefonía móvil para crear un nuevo mapa de reparto de frecuencias que permita cubrir el país en cuatro años con banda ancha celular. Pero ha colisionado con Telefónica y Vodafone. Ninguna quiere perder el espectro de más calidad que ya tiene adjudicado, lo que deja el acuerdo en el aire.

Reino Unido choca con Telefónica y Vodafone en el reparto de frecuencias
Reino Unido choca con Telefónica y Vodafone en el reparto de frecuenciasREUTERS

El mercado de telefonía móvil de Reino Unido tiene unos protagonistas muy parecidos a los que operan en España, con Telefónica y su marca O2, Vodafone y Orange en primera línea de competición. Y uno de los problemas a los que se enfrenta está también encima de la mesa del Gobierno español: el reparto de las frecuencias de móvil, las presentes y las futuras. La diferencia es que en el caso británico se lleva más tiempo intentando buscar una solución, aunque las operadoras no lo están poniendo fácil.

Todos los implicados están de acuerdo en la importancia de extender lo más posible la banda ancha. Para ello son imprescindibles las redes inalámbricas, porque el coste de las fijas impide que lleguen a cada rincón, y Reino Unido se ha comprometido a que cada hogar tenga una conexión a internet de un mínimo de dos megas en 2012. Pero para que el despliegue sea una realidad, las operadoras requieren frecuencias que den cabida al volumen de información que van a empezar a mover y a la capacidad que tendrán que dar a los clientes.

La solución que ha planteado Reino Unido -parecida a la que se quiere hacer en España- pasa por repartir mejor las frecuencias que ya están asignadas y conceder espectro adicional. El problema es que las telecos británicas que tienen el mejor espectro son Telefónica y Vodafone, las más grandes y las que mayor poder tienen. Las dos acumulan las frecuencias de 900 MHz, que son las primeras que se concedieron y que les dan ventaja sobre sus rivales, puesto que este espectro es de mayor calidad, necesita menos antenas y permite penetrar mejor en los edificios.

Por supuesto, la posibilidad de tener que compartir este espacio radioeléctrico no es del agrado de Telefónica y Vodafone. De hecho, aunque Telefónica asegura que el camino emprendido por el Gobierno británico de llegar a un acuerdo consensuado con la industria es el mejor, no se está mostrando demasiado colaboradora. Tampoco Vodafone.

El resultado es que las negociaciones han llegado cerca de un punto muerto, según recogen varios medios británicos, justo cuando se acerca el límite previsto para consensuar un pacto. El regulador de las telecomunicaciones de Reino Unido había fijado la fecha del acuerdo entre finales de este mes y principios de mayo.

Hay un problema añadido y es que el reparto de las frecuencias de 900 MHz es sólo el principio. También está sobre la mesa la concesión de nuevo espectro en una banda muy alta, de menor calidad, pero las operadoras dicen que necesitan conocer primero qué pasa con los 900 MHz para conocer sus necesidades y saber si les conviene pujar por el nuevo espacio radioeléctrico.

El Gobierno está decidido a llegar a un acuerdo y está buscando soluciones. Una de las últimas ideas sería ligar el reparto actual al que se hará con el llamado dividendo digital, que dará a las operadoras parte del espectro de muy alta calidad de las televisiones que quedará libre con el apagón analógico. Algunas fuentes aseguran que se ha propuesto a Telefónica y Vodafone que se queden con sus frecuencias de 900 MHz a cambio de renunciar al dividendo digital. Todavía no se conoce la respuesta.

Los elementos claves en el conflicto

Distintas calidades. El espectro es un bien escaso y no todo es igual. Las frecuencias se han ido concediendo en altura, primero en las bandas más bajas (las de más calidad) y luego en las más altas (las de peor), según el momento de llegada. Por eso las televisiones tienen el mejor espectro.La escena celular. Tras las televisiones llegaron las telecos de móvil. Las más antiguas se llevaron las siguientes mejores frecuencias y las últimas, las peores. Este reparto ha dado lugar al conflicto actual: los nuevos entrantes piden igualdad de armas para competir.

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