Quién emprende en tiempos de crisis

Resulta paradójico que el paro pueda llegar a generar empleo. Pero la necesidad es, por esencia, creativa y así lo ratifica un informe realizado por la Cámara de Zaragoza. Los desempleados han impulsado nada menos que el 44% de los nuevos negocios. Y el 30% de las solicitudes de información para crear una nueva empresa proceden de personas que temen perder su puesto de trabajo.

La Cámara y el Ayuntamiento de Zaragoza impulsaron un centro para emprendedores, que se ha convertido en un observatorio para analizar los impactos de la crisis y también las respuestas por parte de los afectados.

Conseguir financiación externa constituye uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los creadores de empresas. El 56% de las iniciativas avaladas por rigurosos estudios de viabilidad han retrasado la puesta en marcha de su negocio por este motivo, frente al 22% que ha conseguido el crédito suficiente. La capitalización del paro y las subvenciones se están revelando como elementos clave para facilitar a los desempleados la creación de empresas.

La iniciativa femenina lidera la apertura de negocios en Zaragoza, circunstancia que se considera extrapolable al resto del país. Las mujeres han creado seis de cada diez nuevas empresas. Y también consiguen superar a los varones en realismo, lo que se traduce en mayores porcentajes de planes de viabilidad que avalen sus iniciativas empresariales.

El sector servicios es el preferido a la hora de crear una empresa. El 27, 5% de los emprendedores apuestan por este segmento de actividad. Una de las razones que parece haber influido poderosamente en el protagonismo sectorial es que se trata de un tipo de negocio que suele requerir poca inversión inicial y, por lo tanto, reducida financiación externa. Otros sectores que también despiertan el interés de los emprendedores son los de hostelería y restauración. Llama la atención la irrupción de actividades relacionadas con las necesidades cotidianas como la alimentación y, muy particularmente, las panaderías.

La inestabilidad laboral ha provocado un verdadero aluvión de consultas. 2009 duplicó el número de solicitudes realizadas por emprendedores con respecto a 2008. En los primeros meses de este año, sigue la tendencia al alza, aunque la intensidad ha disminuido.

El autoempleo se está convirtiendo en la alternativa principal a la escasez de ofertas para quienes acaban de terminar una carrera universitaria. Estos emprendedores constatan que "encontrar un empleo estable, una vez concluido el periodo de formación superior, resulta prácticamente imposible".

Los expertos del informe subrayan que "el perfil del emprendedor ha cambiado mucho. Se suele considerar que el promotor de una nueva empresa debe aportar una idea brillante y eso sólo se da en muy contadas ocasiones. La mayoría de los emprendedores son personas que, sencillamente, conocen bien una actividad y han detectado una oportunidad de negocio en la cobertura de un segmento determinado. Suelen ser los mejores, porque actúan con un realismo que muchas veces falta en personas intelectualmente mejor preparadas".

Dificultades para gestionar

A los emprendedores actuales se les exige también el saber cómo gestionar la nueva empresa. "Lo más difícil no es abrir un negocio, sino mantenerlo", señalan los técnicos. La prueba de fuego suele ser el segundo año, cuando habitualmente ocurre el despegue o el cierre. Aunque la burocracia se ha reducido mucho, el día a día resulta difícil, especialmente para quienes están más acostumbrados a lidiar con la teoría del conocimiento que con la práctica de los pequeños problemas.

Chris Syple, promotora de Innovate Zaragoza y cofundadora de Guidewire Group, una empresa que se dedica a descubrir y apoyar ideas que suponga una buena oportunidad de negocio, asegura que "los emprendedores constituyen un antídoto contra la crisis. Hay que apoyar a quienes luchan por defender iniciativas en un entorno hostil y no se resignan a la condición de parados".

Ya decía Einstein que la crisis era una oportunidad para superarse y no ser superado. Y los emprendedores se encargan de recordárnoslo.