"Queremos más participación española en Panamá"
En el punto de mira de bancos, constructoras y hoteleras, Panamá tiene un plan de inversiones públicas de 9.400 millones en cinco años. Su ministro de Economía asegura que las firmas españolas son bienvenidas, pero urge al Gobierno el tratado de doble imposición
Tras repartir contratos multimillonarios entre Sacyr y FCC en la ampliación del Canal, Panamá vuelve a abrir oportunidades con el proyecto de construcción del metro, valorado en 1.000 millones de euros, la remodelación de sus aeropuertos o distintas iniciativas en el campo eólico y turístico. Alberto Vallarino, de 59 años y titular de Economía del Gobierno de Martinelli, lamenta que el país siga en la lista gris de paraísos fiscales de la OCDE. El pasado viernes mantuvo una reunión en Madrid con altos cargos de Hacienda para acordar el arranque de las negociaciones de un tratado que fomente la transparencia entre ambos países. Se trata de evitar el doble pago de impuestos, prevenir la evasión fiscal y favorecer los intercambios comerciales a base de una mayor seguridad jurídica.
La presencia de grandes empresas españolas en Panamá habrá impulsado las relaciones entre países.
Por supuesto. España nos interesa, entre otras cosas, por el volumen que mueven en Panamá algunos grupos relevantes. Tenemos a BBVA como uno de los agentes importantes en nuestra plaza; Sacyr y FCC participan en los proyectos insignia del Canal... Ahora hay un gran interés en el proyecto del metro, en otros relacionados con generación eólica, etcétera. Tenemos un presupuesto de inversiones públicas de 13.000 millones de dólares 9.400 millones de euros para los próximos cinco años. Eso sin contar la colaboración público-privada en iniciativas como la ciudad gubernamental, el centro de convenciones o la torre financiera que haremos frente al mar. Desde Qatar también hemos recibido una declaración de intenciones para evitar la doble tributación porque tienen planeado ejecutar una refinería valorada en más de 10.000 millones.
¿Ese riesgo de la doble imposición ha frenado la inversión española?
No ha ayudado a dinamizarla. Desde luego queremos ver más participación española en sectores estratégicos como el del turismo, la logística y las infraestructuras. Los panameños no queremos tener nubarrones sobre nuestro país como destino de inversiones extranjeras. Panamá está sin grado de inversión e incluido en la lista gris de la OCDE. Obtener esa calificación será clave para abaratar la financiación, pero para alcanzarla no ayuda estar en listas de riesgo. Nuestro objetivo es que, de aquí a final de año, tengamos un país que no esté sancionado por otros. El panorama va a ser completamente diferente.
En todo caso, entidades públicas como la Autoridad del Canal de Panamá ya acceden al mercado de capitales en condiciones ventajosas...
Hicimos una emisión de 1.000 millones de dólares en noviembre con un cupón del 5,22%. Eso es como si tuviéramos BBB+. Por tanto, el mercado ya nos ha reconocido ese grado de inversión. En cuanto al proyecto del metro de Ciudad de Panamá, estamos hablando con cinco grandes entidades internacionales: Banco Interamericano de Desarrollo, Corporación Andina de Fomento, el Banco Mundial, Banco Europeo de Inversiones y el Banco de Japón para la Cooperación Internacional.
En España diversas constructoras han expresado temor a concursar por las obras del metro, valoradas en 1.000 millones, por la posibilidad de que les fuera aplicada la Ley de Retorsión. Una amenaza que está contemplada en el pliego de condiciones
La verdad es que hemos recordado a terceros países que Panamá tiene una Ley de Retorsión y que está dispuesto a usarla cuando somos penalizados injustamente. Se trata de un mecanismo de defensa contra aquellos que no están dispuestos a negociar con Panamá. Pero no es el caso de España.
El del metro será un contrato de construcción llave en mano para una posterior gestión pública. ¿No se ha contemplado el modelo concesional?
No inicialmente, pero a futuro no lo descartamos porque no somos gestores de infraestructuras de transporte. Habrá que ponerlo en marcha en 2014 y luego ya se verá. De momento tenemos a más de 40 constructoras interesadas que entrarán en consorcios y pelearán por el contrato.
Por tanto, las compañías españolas pueden estar tranquilas...
Las propias empresas españolas están presionando a Hacienda para que ponga fecha al arranque de las conversaciones. Estoy seguro de que, en un máximo de dos rondas, tendremos el convenio de doble imposición.
"En Centroamérica no notamos el 'efecto Obama"
La presidencia española de la Unión Europea coincide con la ofensiva panameña en el acercamiento a países de la OCDE, como Italia, Holanda, México y Bélgica, en busca de convenios de doble imposición que hagan desaparecer la consideración de paraíso fiscal que pesa sobre el país centroamericano. Alberto Vallarino enjuicia duramente al anterior Gobierno de Torrijos en esta materia: "Panamá no había hecho absolutamente nada en cuanto a negociación de tratados".Una comisión de alto nivel, en la que se han sentado políticos, banqueros y abogados, ha construido la estrategia de negociación: "Lo importante era enviar el mensaje de que Panamá no se quedaría como estaba".Ante la pregunta sobre las claves de ese guión, el Ministro de Economía destaca que "nos hemos decantado por los tratados para evitar la doble tributación, pese a su mayor complejidad, por encima de los simples tratados de intercambio de información". Una vez firmados, Vallarino señala que la iniciativa privada extranjera obtiene "beneficios como la reducción en impuestos sobre ganancias, remesas y dividendos".Respecto al vecino estadounidense, asegura "no haber notado en Centroamérica el efecto Obama". Bajo su punto de vista, "los últimos Gobiernos se han despreocupado. Al final nos está ayudando mucho la consolidación del intercambio de comercio regional. Chile ya se ha convertido en el tercer usuario del Canal, desplazando a Japón. Y estoy seguro de que Brasil será un gran usuario cuando pueda utilizarlo con grandes barcos para llevar minerales y productos agrícolas a Asia".
Turismo. Alternativa de Cuba y República Dominicana
El ministro Vallarino rechaza que Panamá dependa exclusivamente del Canal. Su esfuerzo en nuevas infraestructuras debería incidir en la diversificación de las fuentes de ingresos.
Infraestructuras y turismo son los dos grandes ejes de crecimiento. ¿En qué niveles se mueve hoy la inversión extranjera?El nivel de inversiones es del 7% al 8% de nuestro PIB, lo que supone de 1.500 a 2.000 millones de dólares. La apuesta que haremos en infraestructuras está dirigida a sectores estratégicos como el hotelero.
¿Tienen ya contactos en firme con la industria?El ministro de Turismo acaba de estar en Fitur y ha logrado que Air Europa vuele de Madrid a Panamá. También se reunió con el presidente de Iberia; NH acaba de arrancar un desarrollo y parece tener un segundo hotel planificado. En la medida que se hagan el aeropuerto del área central, el del área occidental y el aeropuerto de Las Perlas vamos a motivar a los inversores.
La escasez de aeropuertos es el punto débil...Ahora mismo el área competitiva es Ciudad de Panamá, porque no tenemos las infraestructuras, por ejemplo, de la República Dominicana, donde cinco aeropuertos internacionales reciben vuelos chárter de Europa, Canadá y EE UU. Iberia tiene un aeropuerto prácticamente dedicado a ella en el área de playas de Costa Rica; México está lleno de aeropuertos internacionales En el presupuesto de 2010 ya hemos previsto fondos para mejoras. A ver si el turista empieza a vernos como alternativa a Cuba o República Dominicana.
¿Se trata de reducir el peso del Canal?El Canal no llega al 20% de los ingresos fiscales del país. Pero es verdad que buscamos aumentar ingresos tributarios. Tenemos muy buenos ingresos no tributarios, como es el caso del propio Canal, o la participación en sociedades con Fenosa, Enel, Suez, etcétera. Panamá es una economía real aunque se considere que depende de una única industria.