OHL tantea nuevos mercados para su metro ligero y el tren de alta velocidad

Las grandes constructoras españolas han reaccionado en bloque ante el creciente interés de los Gobiernos por desarrollar el transporte ferroviario en detrimento de las autopistas. Y la estrategia de OHL es un exponente de ello.

El grupo que controla Juan Miguel Villar Mir ha tanteado la posibilidad de llevar fuera un modelo de infraestructura ya probado en Madrid, como es el metro ligero que conecta las localidades de Pozuelo y Boadilla con la capital, a lo largo de 22 kilómetros de vía.

Los destinos analizados son las canadienses Toronto y Vancouver, la brasileña São Paulo, y Puerto Rico. Incluso se valoró ofrecer este tren interurbano a Dublín antes del derrumbe de la economía irlandesa.

Bajo el paraguas de OHL Concesiones, el Metro Ligero Oeste se ha convertido en un valor a exportar y en todo un banco de pruebas visitado por representantes de países de medio mundo en busca de soluciones de colaboración público-privada, según expone Pablo Escoda, director general de la concesionaria.

En funcionamiento desde 2007, este tren interurbano precisó 585 millones de inversión en la fase de construcción y Metro Ligero Oeste (participada por OHL en un 51%, Ahorro Corporación al 30% y Comsa con un 18,6%) tiene previsto destinar otros 352 millones a su mantenimiento hasta 2036, cuando expira la concesión de la Comunidad de Madrid. En total serán 937 millones.

Según datos que maneja Escoda, la infraestructura va a cerrar 2010 con ocho millones de pasajeros a lo largo del ejercicio. Una suma que debería crecer en los próximos cinco años hasta llegar a los 12 millones anuales a la vista del desarrollo esperado para la zona de influencia de este metro en superficie.

Los ingresos esperados por OHL y sus socios en este proyecto varían según la demanda, pero responden al esquema básico de facturar 4,5 euros por usuario hasta el citado 2036. Un escenario conservador, de 10 millones de viajeros anuales de promedio durante 30 años, daría a la concesionaria una cartera de ingresos de 1.350 millones. Metro Ligero está respaldado por un crédito de 623 millones a 23 años vista en el que participaron la propia Ahorro Corporación, Santander y BBVA. De cara a la presentación del proyecto fuera de España, Escoda argumenta que el metro ligero se diferencia del tranvía por ser capaz de salir de las ciudades; es más barato que el metro, y se construye más rápido.

Pero más allá del interés de países americanos por esta experiencia, OHL también pretende aprovechar su conocimiento en India, esta vez para una obra de alta velocidad ferroviaria.

La firma de Villar Mir ha extendido su colaboración con la empresa local Lanco Infrastech, con la que construirá y explotará la terminal de contenedores del Puerto de Ennore. Ambas presentarán oferta por el tren de alta velocidad del aeropuerto de Bangalore. Un modo de transporte que enlazará el centro de la ciudad con la zona de Devanhalli, donde se encuentra ubicado el citado aeropuerto, a lo largo de 34 kilómetros de vía.

La de OHL es la única presencia española en busca del proyecto, valorado en unos 2.000 millones de dólares y al que optan cinco consorcios. Frente a la constructora de Villar Mir pujan Pioneer Infratech y Siemens; L&T Transco; Reliance Infrastructure y la china CSR, y un último consorcio integrado por TD-ITD y la india SOMA.

Antes de que se resuelva este concurso, OHL espera ganar en las próximas fechas, en consorcio con firmas como Renfe, Adif, Talgo y Bombardier, el tren de alta velocidad entre Medina y La Meca, proyecto valorado en 5.000 millones de euros.