El Nobel de la Paz, para el mediático e influyente Al Gore

Estocolmo se rindió el viernes a la posibilidad más mediática de premios Nobel de la Paz. El galardón fue para el ex vicepresidente de EE UU, Al Gore, que compartirá el honor con el Grupo de Naciones Unidas para el Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés). Gore (Washington, 1948), se ha convertido en un gurú contra el efecto invernadero, mostrando su oscarizado documental 'Una verdad incómoda por todo el mundo' y ejerciendo desde su atalaya una importante influencia en los foros políticos y empresariales.

'Si se funde la mitad de la Antártida, Wall Street, la capital financiera del mundo, quedará sumergida bajo el agua'. Con esta metáfora, el nuevo Nobel, expresaba su idea de que 'sin planeta no hay economía que valga'. Pero también esa imagen catastrofista sirvió el jueves a un juez británico para sentenciar que algunas de las afirmaciones de su filme no están confirmadas científicamente.

La aportación erudita para este premio viene del IPCC. El grupo, presidido por el indio Rajendra Pachauri, fue creado en 1988. Ha publicado hasta ahora tres informes (el cuarto será presentado en Valencia en noviembre) que han puesto las bases para el posterior debate político. El primero de ellos, en 1990, alertó a la ONU sobre las evidencias del problema. El de 1995, en el que colaboraron 2.000 científicos, sirvió de base para la elaboración del Protocolo de Kioto. El último, de 2001, representa el primer consenso global sobre la culpabilidad de la acción del hombre como responsable de la alteración del clima. Por eso, la Fundación Nobel le reconoce haber establecido 'las bases para las medidas necesarias'.

Pero lo que la ciencia no puede, Gore lo ha conseguido: trasladar esas certidumbres a la agenda mundial, como reconocía en junio el jurado del Premio Príncipe de Asturias, cuando le otorgó el galardón de Cooperación Internacional. 'Los esfuerzos por fortalecer y difundir un mejor conocimiento de los efectos de la actividad del hombre sobre el cambio climático', en palabras del jurado sueco.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona reflexionaba tras conocer el fallo en ese mismo sentido, destacando la extraordinaria capacidad de comunicación de Al Gore y su enorme liderazgo mediático. Según recuerdan desde la organización ecologista WWF/Adena se trata además, de 'una de las pocas voces' que, desde el ámbito político, ha criticado a la Administración de George Bush, su antiguo rival por la presidencia de EE UU en el año 2000.

Este premio hizo preguntarse a los analistas políticos estadounidense si servirán para lanzar al ex senador, hijo a su vez de otro senador, en la lucha por la nominación demócrata en las elecciones presidenciales de 2008. No parece. æpermil;l de momento se siente 'profundamente honrado por recibir el premio' y asegura que donará su parte de la gratificación, medio millón de dólares (352.000 euros), al IPCC. Seguirá con su agenda para convencer a empresarios y políticos de la importancia de la lucha contra el cambio climático. De momento se le espera el 23 de octubre en Barcelona en el Congreso Inmas Forum, sobre las gestión integrada de sistemas en la empresa.