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Nacen los pisos con ascensor para subirse el coche a casa

Para quienes aparcar el coche en el garaje represente poco menos que quebrantar la fidelidad a su bólido, ha nacido en Berlín una nueva modalidad de vivienda: la denominada car loft house, que permite subirse el automóvil prácticamente al comedor, junto a la cama o a la terraza del ático. El arquitecto alemán Manfred Dick está construyendo en el carismático barrio berlinés de Kreuzberg un bloque de pisos de gran lujo con ascensores que elevan los vehículos a cada una de las viviendas del edificio. Más de la mitad de los 11 lofts -espacios grandes, abiertos, no compartimentados y de mínimo mobiliario- ya se han vendido: a empresarios, ejecutivos y diseñadores de Londres, Hamburgo y Berlín, que pretenden no separarse de su automóvil ni de noche ni de día. Las innovadoras viviendas disponen de entre 150 y 539 metros cuadrados y cuestan entre medio millón y 1,3 millones de euros.

Cada car loft house dispone a su entrada de una plataforma de 29 metros cuadrados, a la que accede al ascensor para aparcar el vehículo. Viene a ser un balcón-garaje, separado de la vivienda por grandes puertas corredizas acristaladas, lo que permite disfrutar de excelentes vistas del automóvil y de la capital berlinesa. Es una idea patentada por la sociedad limitada CarLoft GmbH, dirigida por Manfred Dick y el empresario berlinés Johannes Kauka.

'No soy un fanático del automóvil, pero me gusta la funcionalidad de esta vivienda', dice un diseñador que la ha adquirido como segunda residencia. La electrónica del edificio reconoce los vehículos a su llegada y puede programarse por el usuario para que el ascensor suba puntualmente por las mañanas. El concepto innovador de Manfred Dick, que convierte el automóvil en casi un miembro más de la familia, está teniendo una gran resonancia internacional. Por ahora, CarLoft proyecta obras similares en Viena, Varsovia, Hamburgo y Múnich.

Los primeros 'car loft houses' se han vendido a empresarios, ejecutivos y diseñadores, que han pagado por ellos entre medio millón y 1,3 millones de euros

Una de las claves de su éxito es que los lofts están de moda en el mundo inmobiliario germano. El término significa desván o cobertizo, pero se utiliza para designar viejas naves industriales reformadas y convertidas en viviendas. Permiten vivir en formatos XXL: amplísimos espacios de paredes elevadas, que brindan mucha más flexibilidad que el piso convencional de 2,40 metros de alto. El auge de la demanda de esta modalidad de vivienda y la escasez de edificios industriales adecuados están impulsando la construcción de pisos creados a medida. Además, el concepto está perdiendo su connotación artística y marginal de sus orígenes y se le asocia cada vez más a formas de vivir elitistas. Hoy loft equivale a lujo. Los que se están construyendo en el Lenbachgärten, en Múnich, tienen cinco metros de alto y los proyectados junto al río Isar de la capital bávara disponen hasta de 330 metros cuadrados.

Manfred Dick explica que la idea del piso-garaje se le ocurrió porque en Berlín resulta muy caro construir aparcamientos subterráneos por la alta cantidad de agua que hay en el subsuelo. El jefe de proyecto, Johannes Kauka, asegura que los costes de éste por vivienda son similares a los de un garaje convencional. Menos común es el car loft penthouse integrado en el nuevo bloque de pisos de Kreuzberg: 539 metros cuadrados, gran salón con chimenea, terraza-jardín con estanque y ¡garaje!, baños y dormitorios de diseño exclusivo.

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