Merck sufre en sus cuentas el retraso de nuevos fármacos y la presión de precios
Ni grandes lanzamientos ni adquisiciones multimillonarias ni vacunas superventas contra pandemias mundiales. Merck se centró el año pasado en sortear la "crisis" en la que están inmersos, como asumió ayer su presidente, Karl Ludwig Kley. Cierra el ejercicio con un descenso del beneficio del 0,2%, hasta los 366 millones, cifra "satisfactoria" para su presidente teniendo en cuenta el "entorno". La presión en los precios y el retraso en algunos fármacos lastraron las cuentas.
La facturación del grupo creció un escaso 2,1%, hasta los 7.747 millones de euros. La división farmacéutica Merck Serono volvió a sostener las cuentas de la compañía por segundo año, apoyada por la cartera de producto añadida con la compra en 2007 de la biotecnológica Serono. Tal y como explicaron responsables de Merck, "el incremento del 6,5% de los ingresos farmacéuticos más que compensa la caída del 9% de las ventas en la filial química".
La compañía es especialista en la fabricación de pigmentos y cristales líquidos. Esta división, que supone el 30% del negocio, está más sometida a la crisis y la "presión de precios por la competencia asiática" que la parte farmacéutica, afirmó Kley. En concreto, los cristales líquidos ingresaron un 17% menos que el año pasado, hasta los 733 millones, y la parte de pigmentos facturó un 3,8% menos, hasta 1.202 millones.
Pese a todo, las ventas de Merck Serono podrían haber sido incluso mejores que los 5.345 millones obtenidos. La compañía no ha conseguido la autorización, que esperaba para 2009, de su fármaco contra el cáncer Erbitux en una nueva indicación para pulmón en la UE. Este tratamiento, aprobado para cáncer de cabeza y cuello y para colon, es una de las cinco estrellas del laboratorio, con unos ingresos en 2009 de 697 millones. Esta cifra supone un incremento de las ventas del 23%.
Además, está en conversaciones con la FDA estadounidense para la aprobación y venta de Cladribina, para la esclerosis múltiple, y espera lograr el permiso de la EMEA europea en 2010.
La firma confía en iniciar la recuperación en este año que, aun siendo "difícil", prevén crecer entre un 3% y un 7%.
La filial española también cae
Las ventas en la filial española cayeron un 5%, hasta los 368,5 millones, en el último año. Sin embargo, su beneficio después de impuestos se hundió en un 50%, desde 41,4 a 20,5 millones en 2009. La división territorial se vio muy perjudicada por "la retirada de comercialización del medicamento para la psoriasis Raptiva en febrero y por los retrasos en las aprobaciones para las nuevas indicaciones", afirmaron sus responsables. Sin embargo, detallaron que la empresa "tiene vocación de no desinvertir y mantener el nivel de inversiones en el país", en el que cuenta con tres plantas.