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Un español en Silicon Valley

¿Marketing o realidad?

Entro en una sala de reuniones de Google y el director de Ingeniería Google Maps tiene una pegatina en la parte trasera de la pantalla de su portátil que dice 'mi otro ordenador es el CPD de Google'. CPD son las siglas de Centro de Proceso de Datos (Data Center, en inglés) y son las salas de máquinas del cloud computing.

En enero de 2008 me aventuré a pronosticar que el cloud computing sería una de las importantes innovaciones de ese año. Las predicciones son siempre peligrosas pues está en la propia naturaleza del futuro sorprendernos, pero creo que podemos decir que el cloud computing es ya una realidad para muchos usuarios y una prioridad estratégica para los grandes del software.

La diferencia radical del cloud computing con paradigmas de las tecnologías de la información anteriores es que ya no es necesario comprar licencias de uso de aplicaciones y discos duros para almacenar información. Basta con una conexión a internet para acceder a mis datos, ya sean hojas de cálculo, documentos de texto, presentaciones o e-mail. Esto que hace 3 años era pura ciencia ficción, es hoy posible y está suponiendo un cambio revolucionario en el mundo del software y de la gestión TI de las empresas.

Por parte de los usuarios, el cloud computing supone un ahorro económico importante en licencias de uso, almacén de datos y sistemas de seguridad y backup. Además supone un aumento de la productividad, ya que se puede trabajar desde cualquier dispositivo con conexión a internet y permite que varios usuarios trabajen sobre los mismos documentos al mismo tiempo. Quienes lo han probado ya conocen el gran avance que supone y no volverían al entorno de servidor en red y licencias de uso. La mayoría de las start-ups de internet gestionan ya sus documentos de oficina con Google Docs y en vez de comprar servidores para la gestión de sus imágenes utilizan el servicio S3 de Amazon, similar al de Akamai o Limelight.

Por parte de los proveedores de servicios el cloud computing representa un reto importante. Para los más familiarizados con el nuevo paradigma, como Amazon, Salesforce o Google, el esfuerzo es solo financiero y de gestión. Tienen que construir CPD con decenas de miles de servidores, que consumen tanta electricidad para funcionar como para ser refrigerados. El consumo de electricidad de estas plantas es tan importante que la gestión del suministro eléctrico se está convirtiendo en una de las prioridades operativas. Para otras empresas, como HP, EMC, IBM, Microsoft o Sun, el reto es más complicado puesto que además representa una canibalización de ingresos actuales.

No le faltan detractores al cloud computing. Los consejeros delegados de Nokia y de Oracle decían hace pocos meses que el cloud computing era un producto de marketing con poco impacto real. Según ellos estamos ante una nueva manera de llamar a las granjas de servidores donde realmente volvemos a los tiempos del IBM 3270.

A mi juicio el cloud computing es una creciente realidad que con la ayuda de internet revoluciona a empresas y usuarios. No será una transición fácil ni rápida, y existirán importantes retos económicos y de consumo energético, pero el cambio se producirá tarde o temprano.

Bernardo Hernández. Director mundial de Geomarketing de Google

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