Jazztel reafirma su promesa de llegar a beneficios en 2010
Jazztel está a punto de cumplir once años, pero el viernes fue la primera vez que celebró su junta en España. Los directivos de la operadora afirmaron que se está sorteando la crisis y que habrá beneficios en 2010. Pero los bonistas quieren asegurarse de que repague su deuda, así que no podrá abonar dividendo en tres años.
El presidente y primer accionista de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals, y el consejero delegado de la operadora, José Miguel García, rindieron cuentas el viernes ante los accionistas por primera vez en España. Hasta ahora, la compañía había celebrado sus asambleas en Londres, ya que la sociedad matriz es británica, pero cuando se acerca su undécimo cumpleaños ha decidido reunirse donde tiene su base accionarial.
Los ejecutivos de Jazztel presentaron a los accionistas la imagen de una compañía que ha dejado atrás lo peor, que ha llegado a un acuerdo para reestructurar su deuda que "despeja cualquier duda sobre su viabilidad económica", según García, y que se está viendo beneficiada por la crisis por una doble vía. Por una parte, la búsqueda de mejores precios anima a los clientes a cambiar de operadora, y Jazztel asegura que está recogiendo buena parte de estas deserciones. Por otra, los problemas financieros del sector y la caída del consumo alejan el peligro de tener que hacer inversiones inmediatas en fibra para competir con Telefónica, porque el ex monopolio ha enfriado el proyecto.
Con este escenario, Jazztel prometió que la crisis no le impedirá conseguir este año flujo de caja operativo positivo y que en 2010 llegará a beneficios, los primeros de su historia que no se basarán en plusvalías contables.
Lo que no será posible será repartir estas ganancias entre los accionistas. La junta de Jazztel dio el viernes el visto bueno al acuerdo con los tenedores de los bonos de la operadora para reestructurar su deuda. Este pacto supone la compra de 140 millones de euros de pasivo por la mitad de su valor; una adquisición que se queda en 70 millones y que se pagarán con los fondos recaudados en una ampliación de capital. Este movimiento reducirá significativamente el pasivo de Jazztel -quedará en el entorno de los 110 millones-, pero tiene contrapartida. Los bonistas han impuesto condiciones para asegurarse el repago de la deuda restante e impedir que los gestores tomen decisiones que les perjudiquen. Por ello, Jazztel no podrá pagar dividendos durante tres años, el plazo que tarda en vencer el remanente de deuda con los bonistas, para no descapitalizar la empresa. Tampoco puede endeudarse más allá de un límite, vender activos o adquirir sociedades sin cumplir unas reglas.
Fuentes de Jazztel consideran que estos compromisos no amordazan a la compañía, como se ha visto en otros casos, sino que permiten mucha flexibilidad y no penalizan su crecimiento.
Los accionistas quieren que el consejo compre acciones en Bolsa
No fueron muchos los accionistas que intervinieron el viernes en la junta, pero al menos dos de ellos coincidieron en una petición: más compras de acciones de Jazztel por parte del consejo.Estos accionistas cuestionaron la pretensión de Jazztel de que los socios acudan a la ampliación para sufragar la recompra de la deuda cuando los consejeros no arriesgan su dinero.Pujals recordó a los inversores que él cubrirá su parte proporcional de la ampliación -tiene el 20,4%- y que cuando lo haga habrá invertido más de 110 millones en acciones de Jazztel desde que llegó, en 2004. También aseguró que ahora es "más optimista que el primer día" sobre las posibilidades bursátiles de Jazztel.García también ha ampliado el número de acciones que tiene en Jazztel, pero en su caso ha sido por la conversión de opciones en 62.500 acciones. A diferencia de las últimas opciones perdidas, estos incentivos sí consiguieron generar plusvalías.