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Según un estudio de ESADE

El Estado recauda casi seis veces más por IVA con las marcas del fabricante que con las marcas blancas

La aportación a las arcas del Estado de las marcas del fabricante por medio del Impuesto del Valor Añadido (IVA) es 5,6 veces superior al de las marcas del distribuidor, más conocidas como marcas blancas, según el estudio 'Impacto económico y social de las marcas de fabricante en España', elaborado por el Centro de la Marca de Esade.

En concreto, frente a los 4.868 millones de euros generados por esta tasa sobre la venta de marcas del fabricante en 2008, la marca blanca aportó a las cuentas del Estado 865 millones de euros en el mismo concepto. En la recaudación total de impuestos, en los que se cuentan además los gastos sociales, el impuesto de sociedades, la contribución a la Seguridad Social y la retención del IRPF de los trabajadores, la marca del fabricante supone el 7% del total tributado en España, con más de 11.590 millones, 7,7 veces más que la marca del distribuidor, con la que se recaudaron 1.502 millones de euros.

En cuanto a la aportación a la economía nacional, la escuela de negocios apuntó que el Valor Añadido Bruto (VAB) generado por las marcas de fabricante españolas es 14 veces superior a la marca blanca. Si en el caso de las primeras la aportación a la producción nacional es de 22.000 millones de euros, el 2% del PIB, en el segundo caso, este parámetro se reduce a los 1.600 millones de euros, un 0,1% de la producción interior.

"La marca del distribuidor aumenta por las dificultades de las economías domésticas, pero a medio y largo plazo tiene unos efectos perniciosos en la economía, ya que merma su competitividad", destacó el director del Centro de la Marca de Esade, Josep María Oroval, quien recordó que, aunque sean lícitas no todas las estrategias empresariales "van a favor de los bienestar económico del conjunto de la población".

Calidad laboral

En este sentido, recordó que un trabajador para la marca blanca cobra anualmente 5.417 euros brutos menos, pese a trabajar 20,57 horas más al año.

La marca de fabricante supone el 5,3% del mercado laboral nacional, con 1.149 puestos de trabajo entre empleo directo e indirecto, cuatro veces más que la marca blanca (268.000 empleos), y en 2008 registró un volumen de ventas de 74.021 millones de euros, cerca del 7% del PIB español, superando a otros sectores como las aseguradoras o los fabricantes de automóviles.

En el capítulo de innovación, en 2008, el gasto en I+D+i proporcional a las ventas en gran consumo fue de 635,78 millones de euros, de los cuales, 564,03 millones corresponden a la inversión en I+D+i de las marcas de fabricante y 71,75 millones a las marcas de distribuidor, lo que supone que las marcas de fabricante representan el 89% del gasto en I+D+i proporcional a las ventas de gran consumo.

Marcas fuertes para crecer

En este sentido el director técnico del Centro de la Marca de Esade, Juan Antonio Seijo, coincidió en señalar la importancia de la marca del fabricante para el crecimiento de la economía y apostó por ser competitivos en el exterior a través de la calidad y no del precio, para lo que consideró imprescindible que las marcas sean fuertes en el mercado nacional.

Preguntado por los posibles efectos de una guerra de precios en la distribución, Seijo reconoció que la distribución en España está "muy concentrada", con un "recrudecimiento" de la competitividad entre la distribución "que afecta directamente a los precios".

"En la medida que los precios y los márgenes son más bajos, el valor añadido es menor, y las empresas, tanto marcas del distribuidor como del fabricante, cuentan con menos recursos para generar empleo de calidad, invertir en I+D y poder exportar fuera, y desde este punto de vista tiene este efecto negativos para invertir en el futuro", argumentó.

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