Isolux y el Santander se alían para crear el líder español de biodiésel

El grupo de ingeniería y construcción Isolux Corsán, el Santander y un equipo de gestores capitaneado por Antonio Portela tienen previsto invertir 300 millones de euros para poner en marcha tres fábricas de biodiésel en 2008, con una capacidad de producción de 300.000 toneladas al año cada una, según avanzaron fuentes conocedoras de la operación.

El proyecto se materializará a través de Infinita Renovables, una compañía de nueva creación en la que Isolux contará con la mayoría del capital (50%), el grupo de Portela (25%) se encargará de la gestión y el Santander participará como socio financiero (con un 5%, más o menos). La entidad que preside Emilio Botín tiene previsto cerrar la búsqueda de financiación para la operación en 15 días. El restante 20% del capital se lo repartirán otros accionistas financieros, industriales y agrícolas, que serán elegidos en las próximas dos o tres semanas por los socios promotores.

Las tres plantas se construirán mediante proyectos llave en mano y contarán con tecnología europea (alemana o austriaca) de flujo continuo. Los socios ultiman su ubicación cerca de puertos, para optimizar los costes logísticos. En principio, dos de los centros se instalarán en la vertiente atlántica y el tercero, en la mediterránea.

El proyecto supondrá la producción de 900.000 toneladas de biodiésel anuales a partir de 2008, lo que hará que la empresa se haga con una cuota de mercado del 45%. Su objetivo es destinar entre el 60% y 70% de la fabricación al mercado español y dedicar el resto a la exportación (Reino Unido, Alemania y países nórdicos, principalmente). En la actualidad, la capacidad conjunta de los tres primeros productores españoles de biodiésel (Bionet Europa, Acciona Biocombustibles y Bionor Transformación) no supera las 115.000 toneladas.

El biodiésel se generará a partir de aceites de oleaginosas (soja, colza y palma), que procederán principalmente de la importación (Alemania-Francia, Argentina-Brasil, e Indonesia, respectivamente). El deseo de los promotores de la compañía sería que la mayor parte de las materias primas procedieran de España. Sin embargo, el cultivo de oleaginosas industriales (salvo el girasol) no está extendido en el campo español, aunque el mercado creciente de biocarburantes puede servir para lanzar a medio plazo este tipo de producciones.

Los socios de Infinita Renovables consideran que el negocio del biodiésel en España cuenta con un importante potencial y permite retornos significativos. De hecho, confían en alcanzar una cifra de negocio que rondará los 800 millones de euros al año.

La producción de este nuevo tipo de combustible, sustitutivo del gasóleo y utilizable en todos los vehículos diésel fabricados en los últimos diez años, cuenta con el apoyo tanto de la Comisión Europea como del Gobierno español, que hasta 2012 no gravará los biocombustibles (biodiésel y bioetanol, principalmente) con el impuesto de hidrocarburos. Además, no tiene la oposición de las grandes petroleras.

El Plan de Energías Renovables de España prevé que el consumo de biocarburantes suponga el 5,83% del de las gasolinas y el gasóleo en el transporte para el año 2010, es decir, 2,2 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep). El año pasado, el consumo de biodiésel ascendió a 24.487 tep, lo que quiere decir que, para alcanzar el objetivo del Gobierno de 1,334 millones de tep de biodiésel, su consumo deberá multiplicarse por 54 en apenas cinco años, lo que da una idea de las posibilidades de crecimiento del sector. De hecho, hasta la fecha, en España sólo está cubierto un 15% del mercado potencial.