El Gobierno se opone a que Sonatrach compre el 30% del capital de Cepsa

Argelia y su grupo público Sonatrach siguen en el candelero político y económico español. Tras la ruptura en agosto por parte de la argelina del contrato de Gassi Touil adjudicado en 2004 a Repsol y Gas Natural, y que ha desembocado en un arbitraje internacional, se ha desvelado la existencia de una oferta al Banco Santander para comprarle el 30,7% que tiene en Cepsa.

Sonatrach ofrece a la entidad que preside Emilio Botín alrededor de 5.500 millones de euros (entre 67 y 68 euros por acción), lo que supone un ligero descuento sobre los 70,05 euros con que cotizó ayer. Una oferta suculenta para una participación que no le proporcionará control alguno (Total mantiene un 49% de la compañía española) y que sobrepasa con creces el valor que otorgan a la petrolera los bancos de inversión: 55 euros por acción, mil millonesmenos de lo ofrecido por la argelina.

Al parecer, en esta línea se encuentran otras ofertas presentadas por Cepsa, entre ellas, la de Petrobrás, y la que se atribuye a un grupo español no identificado, que podría ser Disa.

Pero, frente a la tentadora oferta argelina, según fuentes conocedoras del proceso, Botín se ha topado con el Gobierno, que le ha pedido que espere, en tanto encuentra otra oferta menos delicada políticamente que la argelina. Más aún tras el conflicto abierto con Repsol y Gas Natural. Las mismas fuentes indican que el frente está capitaneado por Moncloa y en él no participa el Ministerio de Industria, pese a las largas negociaciones entre su titular, Joan Clos, y su homólogo argelino, Chakib Jhelil.

Dichas negociaciones (al menos, lo que trascendió de ellas) se saldaron en julio con la reti rada de las trabas impuestas por la CNE a Sonatrach en el gasoducto de Medgaz y la autorización para que ésta pueda comercializar gas en España, con un límite de 2 bcm (mil millones de metros cúbicos) anuales, a la que Sonatrach se ha comprometido por escrito.

De aquel pacto quedaron excluidas las reivindicaciones de las dos empresas españolas respeto a Sonatrach: además del proyecto de Gassi Touil, la revisión del precio del contrato de suministro de Gas Natural, que Argelia quiere aumentar un 20%.

Moncloa quiere evitar que ¢el entorno de Repsol politice esta operación¢, pero también teme las consecuencias del desembarco de un coloso extracomunitario como Sonatrach. Máxime tras las precauciones que está tomando la UE contra la rusa Gazprom y países como Rusia o Argelia, que no ofrecen reciprocidad a las empresas europeas.

Sin embargo, será difícil convencer a Botín de que rechace a un comprador para Cepsa, que está buscando desde finales de 2003. Primero, con el lanzamiento de una opa por Cepsa con la esperanza de que su socio Total respondiera con una contraopa (la maniobra desembocó en un largo arbitraje) y, segundo, buscando activamente un comprador que, aunque ha tardado en llegar, lo ha hecho en vísperas del órdago final por ABN Amro, que costaría al banco español 19.900 millones de euros.