El Gobierno español ve factible que GM descarte finalmente la venta de Opel

Todas las opciones siguen sobre la mesa. Miembros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se reunieron ayer con representantes del Ejecutivo autonómico de Aragón y con el comité de empresa de la planta de General Motors (GM) en Figueruelas (Zaragoza). En la reunión quedó patente que las autoridades españolas consideran factible la posibilidad de que la estadounidense descarte finalmente la venta de Opel/Vauxhall al grupo canadiense Magna o a la firma de inversión belga RHJ International. Tampoco descartan que GM opte por la suspensión de pagos de su filial europea.

La secretaria general del Ministerio de Industria, Teresa Santero, reconoció tras la reunión que la situación está "muy abierta" y que, mientras existan unas "posiciones tan encontradas" entre GM y el Gobierno de Alemania (país que concentra 25.000 de los 52.000 empleados de Opel y que apuesta decididamente por la oferta de Magna), es "muy difícil anticipar cuál va a ser la solución".

En el encuentro también estuvieron presentes los consejeros aragoneses de Economía, Alberto Larraz, e Industria, Arturo Aliaga, así como representantes del comité de empresa de Figueruelas. Precisamente, fuentes del Gobierno aragonés descartaron a CincoDías que el Ejecutivo se esté planteando avalar la venta de Opel -tanto a Magna como a cualquier otro inversor-, si Alemania queda fuera de la operación.

Mientras, para el Gobierno español lo importante no es la rapidez a la hora de encontrar un nuevo socio, sino que confía en que GM tome una "buena decisión".

A juicio de la secretaria general de Industria, el acuerdo tiene que dar lugar a una empresa "rentable, con futuro y posibilidades de crecimiento", especialmente para la planta de Figueruelas, de la que dependen 7.500 empleos directos y varios miles indirectos. Santero recalcó que el Gobierno está "muy en contacto con GM" y hace un "seguimiento diario" del proceso mediante varias reuniones y llamadas semanales a las distintas partes implicadas.

Pero la partida sobre el futuro de Opel se juega en Berlín, donde ayer se reunieron el Ejecutivo de Angela Merkel y el nuevo consejo de administración de Opel, nombrado tras la quiebra del grupo automovilístico. La reunión concluyó, de nuevo, sin una decisión definitiva aunque, según señalaba ayer la prensa germana citando fuentes gubernamentales, GM aseguró que su intención es encontrar un comprador que se haga con el control de su filial europea.

Pero el tiempo apremia, ya que Alemania quiere encontrar una solución antes de las elecciones generales que se celebrarán en un mes, mientras que GM recela de la venta de Opel a Magna -el candidato preferido por el Gobierno de Merkel- ya que la presencia en su oferta del banco ruso Sberbank podría conllevar la cesión a Rusia de tecnología.