Gallardo, de la chatarra a un imperio del acero
Crecimiento. El grupo Gallardo ha pasado de facturar 328 millones de euros en 2003 a los más de 2.000 millones de euros con los que prevé cerrar este ejercicio
Corría el año 1964 cuando Alfonso Gallardo Díaz, un joven de Jerez de los Caballeros (Badajoz), iniciaba su andadura profesional. Lo hacía de manera modesta, con una chatarrería instalada en un solar de apenas 100 metros cuadrados. Han pasado algo más de cuatro décadas y aquella chatarrería se ha convertido en el grupo Gallardo, el primer productor de acero corrugado de España y el segundo productor de perfiles de Europa. Una sociedad que no deja de crecer y que ha pasado de facturar 328 millones de euros en 2003 a los más de 2.000 con los que la empresa espera cerrar este ejercicio.
La clave en este tiempo ha sido la reinversión. Y es que Alfonso Gallardo es un hombre austero y que siempre ha apostado por arriesgar los beneficios embarcándose en nuevas aventuras.
Poco después de abrir aquella chatarrería, el empresario jerezano empezó a utilizar un almacén de 7.500 metros que le permitió ampliar su radio de actuación a otras comunidades. En 1971 ya podía presumir de tener uno de los almacenes de hierros más importantes de Extremadura y en 1975 dio un paso más, adquirió la maquinaria y pasó al proceso de la transformación de la chatarra.
A partir de ahí su crecimiento fue imparable. En 1977 adquirió su primera línea de fabricación de tubos laminados en frío y en 1988 comenzó a invertir en otras comunidades, concretamente en Madrid y Asturias. Absorciones, compras de empresas, nuevas inversiones , y así hasta el mes de marzo de 1992, cuando Alfonso Gallardo inicia un ambicioso proyecto que culminaría cuatro años y 102 millones de euros después con la puesta en marcha en Jerez de los Caballeros de AG Siderúrgica Balboa.
Diversificación
Pero el grupo Gallardo no se detuvo ahí, y al tiempo que continuaba creciendo en el sector siderúrgico -en 2005 compró a Arcelor tres fábricas de redondo corrugado y mallas- decidió abrir un nuevo camino, el de la diversificación empresarial. El primer paso llegó en 2005 con la puesta en marcha de la única cementera de Extremadura, AG Cementos Balboa, ubicada en Alconera (Badajoz) y que supuso una inversión de 120 millones de euros.
Dentro de esta nueva apuesta se enmarcan varias operaciones recientes, como la entrada del grupo en medios de comunicación (compró el 100% de El Correo de Andalucía, el 59% del Diario de Jaén y el 25% de Odiel Press) o su unión estratégica con la empresa GEA 21, con la que ha creado dos sociedades dedicadas al transporte ferroviario de mercancías y a la obra pública. Actualmente el grupo Gallardo cuenta con una cartera de 12 empresas propias y fábricas en Extremadura, Madrid, Asturias, País Vasco y Alemania.
Todo esto ha servido para empezar a configurar cómo será el grupo Gallardo del futuro. Una compañía que contará desde finales de este año con una siderúrgica ampliada -tras una inversión de 500 millones de euros se ha triplicado y diversificado la producción de la planta-, que tiene en cartera iniciativas relacionadas con las energías renovables -un parque eólico, una central fotovoltaica y una planta de ensamblaje de paneles solares- y cuyo proyecto estrella a medio plazo es la puesta en marcha de una refinería en Los Santos de Maimona (Badajoz).
El consejero delegado del grupo, Juan Sillero, recuerda que desde el primer momento Alfonso Gallardo 'ha apostado por el crecimiento y la diversificación', porque 'entiende que el crecimiento es necesario para seguir siendo competitivo'. Del proyecto concreto de la refinería, Sillero asegura que es consecuencia de 'un largo proceso de reflexión empresarial' que llevó a una conclusión: 'Que es una oportunidad clara de negocio' por el déficit de productos petrolíferos del mercado nacional.
En esta nueva apuesta, Grupo Gallardo no está solo. Cuenta con socios como BBVA, Iberdrola, Caja Madrid, Caja Extremadura y la Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura para acometer una inversión de 1.800 millones de euros y poner en marcha esta refinería en el horizonte del 2010.
Un paso más del chatarrero que se convirtió en el rey del acero.
Datos básicos
Alma de grupo. El grupo Gallardo no se podría entender sin conocer la figura de su fundador y único accionista, Alfonso Gallardo Díaz. Galardonado con la Medalla de Extremadura (1997) y con el Premio Emprendedor (2002), una cátedra de la Universidad de Extremadura lleva su nombre. Es un personaje austero y poco amigo de los focos mediáticos que apuesta por reinvertir una y otra vez buena parte de sus beneficios.Cifras. En la actualidad este grupo extremeño emplea de forma directa a más de 3.500 personas. En 1998 la facturación de esta empresa apenas superaba los 70 millones de euros, ocupando a 210 trabajadores directos. Al cierre de 2003 ya facturaba 328 millones de euros y cuatro años después, cuando concluya 2008, esa cifra habrá superado los 2.000 millones de euros, según las previsiones de la compañía.Expansión. Entre 2005 y 2007 el grupo Gallardo ha invertido más de 1.300 millones de euros en su crecimiento empresarial, como la ampliación de Siderúrgica Balboa, la modernización de Galvacolor, la compra de tres plantas de Arcelor Corrugados -en Azpeitia, Lasao y Getafe- y la adquisición de la acería en Alemania. Su proyecto de futuro, la refinería de petróleo.
Hacia la internacionalización
El pasado diciembre, el grupo Gallardo anunciaba la compra de la acería Stahlwerk Thüringen GmbH (SWT), ubicada en la localidad alemana de Unterwellenborn (en la región de Thüringen), propiedad hasta ahora de la empresa ArcelorMittal. Con esta operación se iniciaba la internacionalización del grupo, que se convertía en el segundo productor europeo de perfiles de acero destinados a la construcción.La operación supuso un desembolso de 591 millones de euros. La planta, que utiliza la chatarra como materia prima para su proceso de fabricación, cuenta con 700 trabajadores, factura algo más de 400 millones de euros al año y produce anualmente un millón de toneladas de perfiles estructurales.El consejero delegado del grupo Gallardo, Juan Sillero, explica que con la adquisición de esta empresa el grupo 'inició el camino hacia la internacionalización'. En esta línea, avanzó que 'no será la única inversión que se realizará en este ámbito', puesto que la sociedad de Jerez de los Caballeros 'está estudiando otras opciones y posibilidades de negocio'.