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Energía

Fenosa sigue los pasos de Endesa y rechaza comprar carbón nacional

A partir de mañana, la central térmica de La Robla, propiedad de Fenosa (ya integrada en Gas Natural) no comprará más carbón nacional. La caída de la producción, por el descenso de la demanda, ha provocado la saturación de su almacenamiento, como ocurrió en julio con la central de Compostilla.

El conflicto entre las compañías eléctricas y las empresas mineras de la cuenca astur-leonesa se recrudece. A la decisión adoptada por Endesa el pasado julio de cerrar su planta de Compostilla, en Cubillos del Sil, a los camiones procedentes de las minas de El Bierzo, se suma ahora Unión Fenosa (ya Gas Natural) que ha hecho lo propio en su central de La Robla, en León.

Ambas empresas alegan que sus almacenes no tienen más capacidad debido a que la caída de la demanda no permite competir en el mercado mayorista a las centrales que producen con carbón autóctono, por la fuerte caída del precio del carbón importado.

Entre la decisión de Endesa y la de Fenosa media un real decreto aprobado por el Consejo deMinistros el 31 de julio, por el que se crea un almacenamiento estratégico temporal para el carbón nacional, cuya gestión corresponde a Hunosa. Además, y esto es lo relevante, se encomienda al grupo público "la adquisición del mineral".

La decisión de Fenosa de cerrar las puertas de La Robla a nuevos acopios fue comunicada por la compañía en una carta fechada el 3 de septiembre aHullera Vasco-Leonesa, tal como informó esta empresa ayer a la CNMV.

La empresa minera informa de que la eléctrica le ha comunicado que "no puede seguir recibiendo carbón más allá del 11 de septiembre", a pesar de los contratos firmados. Además, añade, que "no prevé ninguna compra para el próximo año 2010".

Respecto a este último extremo, fuentes de la eléctrica aseguran que se trata de una primera previsión y subrayan que se trata de una medida coyuntural "en tanto se recupera la demanda y se vuelve a la normalidad". En todo caso, no comprará más carbón desde mañana.

En la carta remitida a Hullera Vasco-Leonesa, señala que "las causas obedecen al descenso de la demanda de electricidad y, en el caso de La Robla, lugar de suministro, a que el nivel de existencias actual ha alcanzado la capacidad admisible desde el punto de vista de seguridad y medioambiente".

El sector minero consideró en julio que el Gobierno había cerrado en falso el conflicto y reclama a la Administración "que arbitre lasmedidas necesarias que permitan restablecer la situación para el ejercicio 2010". Las mineras han venido reclamando la recuperación de la garantía de potencia, un incentivo que las eléctricas perdieron en año pasado, así como el abaratamiento de los derechos por el CO2 que emitan las plantas que quemen carbón nacional. En el caso del carbón garantizado por el plan de ayudas a las cuencas del norte y que no se suministre a las centrales en 2009, será Hunosa la que se haga cargo del mismo. Sin embargo, según la medida del Gobierno, será el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón el que determinará las cantidades garantizadas que deben ir a parar al almacenamiento temporal.

Se calcula que la producción térmica con mineral autóctono ha descendido casi un 50% este año. Además de las centrales aludidas, también la de Anllares, que comparten Fenosa y Endesa, tiene su parque de carbones a rebosar. Parte del stock está se almacena en las propias minas. No faltan críticas a la medida del Gobierno, ya que se trata de una subvención encubierta difícilmente admisible por Bruselas. La única solución, añaden, es que "se queme el carbón".

Quemar seis millones de toneladas

El plan de apoyo a la minería del carbón nacional garantiza que las centrales térmicas de las cuencas afectadas quemen al año seis millones de toneladas de este mineral. Se trata de garantizar el empleo, la continuidad de esta industria y de asegurar el suministro. La crisis económica y con ella la pronunciada caída de la demanda eléctrica ha dejado en barbecho a las grandes térmicas del norte cuya producción, como el caso de La Robla, llevan casi medio año sin poder casar en las subastas del mercado mayorista de la electricidad. Pero, como los compromisos son los compromisos, estas plantas se han visto obligadas a seguir haciendo acopio de carbón hasta que se han saturado sus parques, que se han convertido en verdaderas montañas de carbón. Se calcula que, en estos momentos, hay cuatro millones de toneladas almacenadas y sin quemar. Las grandes beneficiadas son las energías renovables que, mucho más caras por estar primadas, no están sometidas a subastas y entran sí o sí en el pool.

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