La Fageda, un negocio social y rentable que nace de la utopía

No es verdad que en toda empresa de éxito hay un punto de locura? Es lo que opina el presidente de La Fageda, una compañía que no se ha apuntado a la moda de la responsabilidad social corporativa y que no pretende cumplir, aunque lo haga de forma más que rigurosa, con la inserción en su plantilla de la cuota de discapacitados que marca la ley. No lo es, porque no lo necesita, ya que todos esos conceptos se encuentran en la misma razón que impulsó su nacimiento.

La reflexión de Erasmo de Rotterdam respecto al hecho de que la locura es el origen de las hazañas de todos los héroes es plenamente vigente. Buena prueba de ello es la proeza conseguida por Cristóbal Colón. Y aunque no se trata del mismo Colón que descubrió América, este otro Colón, que asegura que sus padres le jugaron una mala pasada al llamarle Cristóbal, ha realizado su particular descubrimiento a través de la creación de una empresa cuyos productos se baten el cobre en los lineales de los supermercados con los de las principales multinacionales.

La Fageda vende aproximadamente dos millones de yogures al mes y constituye el ejemplo perfecto de que las utopías no sólo pueden convertirse en realidad, sino que a veces pueden transformarse en una empresa que, además, es rentable y tiene una facturación de seis millones de euros.

Pero, al margen de la rentabilidad, la verdadera importancia del sueño hecho realidad de este Cristóbal Colón reside en que el concepto de responsabilidad social corporativa, que toda empresa que se precie empieza a tener en cuenta. En este caso, no es un objetivo, sino que es la misma esencia de la empresa. Tanto, que incluso impulsó su nacimiento.

Los fundadores de La Fageda explican que decidieron poner en marcha su sueño desde la vivencia del sufrimiento de los enfermos mentales severos. Trabajaban en los talleres de laborterapia de un centro psiquiátrico donde los enfermos hacían bolsos de macramé o ceniceros de cerámica que se iban amontonando porque no tenían una verdadera utilidad. En palabras de Cristóbal Colón: 'hacían como si trabajaran'. 'El trabajo es algo fundamental en la vida de los hombres, pero no todos los trabajos dignifican a la persona, si no es rentable y con sentido', asegura Colón.

Por eso intentó convertir en realidad su sueño con 12 enfermos de aquél centro. Cuando Cristóbal Colón trataba de explicar su proyecto al alcalde, a los bancos y a otras autoridades, le tomaban por un auténtico loco.

No cejaron en su empeño y la empresa se constituyó en 1984. De las 190 personas que conforman su plantilla, un total de 115 sufren alguna discapacidad psíquica o enfermedad mental. Este empresario asegura que hoy La Fageda ha conseguido resolver la problemática social para la que nació.

Su compañía cubre las necesidades de empleo y de vivienda. 'O sea, intenta dar sentido a las vidas de todas las personas adultas con discapacidad psíquica o trastornos mentales severos de La Garrotxa', la comarca en la que se encuentra la sede de la compañía.

Además de la creación de la marca de yogures, La Fageda ha extendido su vaquería y ha creado una empresa de jardinería, con un vivero de planta forestal. De hecho, su servicio de jardinería se encarga de cuidar las zonas verdes de casi todos los pueblos de la comarca.

El presidente de La Fageda explica que una de las razones del éxito de la empresa es que cada individuo asume su responsabilidad. Además, practican lo que denomina como efecto Pigmalión: 'si yo te trato como pienso que puedes llegar a ser, acabarás siendo como te trato. Y si te trato como un inútil, acabaré haciendo de ti un inútil'. En La Fageda todos son tratados como útiles y consiguen serlo.