Euskadi y Madrid se adelantan en la legalización de las apuestas
La actividad del juego generará un negocio anual de cientos de millones en cada autonomía
Euskadi y Madrid han abierto este año el proceso de legalización del negocio de apuestas. Madrid lo inició el 8 de enero, pero todavía ningún grupo se ha presentado con un aval de 12 millones, el único requisito exigido por el Gobierno de Esperanza Aguirre para convertirse en operador de un juego que moverá muchos cientos de millones en cada autonomía, según los expertos del sector, que por pudor no quieren poner cifra concreta a esos centenares.
Estas fuentes indican que el proceso de Madrid lleva retraso porque hay problemas con las homologaciones de los tiques de apuestas que expiden algunas máquinas. En concreto, los equipos de un fabricante austriaco dan al jugador un boleto impreso en papel de fax calórico, y los datos de la apuesta pueden borrarse por su exposición al sol.
Euskadi abrirá el próximo 2 de mayo el concurso para la concesión de tres licencias. La presentación de propuestas finalizará el 2 de julio y el fallo llegará el 2 de noviembre. Otras autonomías fueron más madrugadoras, como la de Aragón, que fue la primera en legislar la actividad de apuestas y en convocar hace años un concurso para potenciales operadores, que quedó desierto. Por su parte, Cataluña y Andalucía están en la fase de elaboración de su propia normativa en esta materia.
Euskadi elaboró su ley de apuestas deportivas y sociales en mayo de 2005 y ha tardado dos años en abrir el concurso. El único grupo que públicamente ha manifestado su intención de acudir es Euskal Kirol Apostuak (EKA), que tras cinco años sin ingresos ya ha invertido cinco millones para optar a una de las tres licencias que concederán el Gobierno de Vitoria.
Cada una de ellas da derecho a la apertura de 25 locales de apuestas y a la instalación de 500 máquinas en bares y cafeterías. No habrá problemas para ubicar a esos 1.500 casinos a pie de barra, porque el País Vasco tiene censados 15.000 establecimientos hosteleros, más que algunos países europeos. La licencia también da derecho a tener servicios de apuestas por internet, telefonía móvil, televisión interactiva y call center. Javier Zozaya, director general de EKA, asegura que la mayoría de las apuestas tendrán que ver con actos deportivos, como el fútbol, la pelota vasca, las traineras, el baloncesto, etcétera.
También se podrá jugar con actos sociales (en Inglaterra apuestan por la identidad del próximo expulsado del concurso televisivo Gran Hermano), pero quedan descartados los retos relacionados con la política.
Zozaya asegura que habrá apuestas en directo, cuando por ejemplo se dispute un partido de fútbol, lo que parece que animará las tertulias en los bares en esos días de reunión. La apuesta máxima admitida por la máquina será de 100 euros.
EKA, que también quiere operar en Madrid, tiene pensando invertir un total de 18 millones en su plan vasco y crear 130 empleos. Sus 97 socios (que gestionan 10.000 de las 12.500 máquinas de juego que hay ahora en Euskadi) ya han desembolsado 10 millones de euros. Creen que la promotora de pelota vasca Aspe y los grupos Cirsa y Codere también buscarán una licencia.