"Europa ha perdido reflejos en telefonía móvil"
Nacido en Estocolmo hace 48 años y formado en Ericsson hasta su ingreso en la cúpula de la filial constituida con Sony, pertenece a la generación de ejecutivos a los que ha tocado recolocar al móvil europeo en el escenario global.
Europa y en especial los países nórdicos convirtieron la telefonía móvil en el mayor fenómeno tecnológico de masas a partir de mediados de los ochenta y sobre todo en los años noventa del pasado siglo. Con el cambio de milenio, la competencia asiática y el éxito de los terminales estadounidenses han instalado al sector celular del Viejo Continente con una prematura sensación de decadencia. Kristian Tear cree que el mestizaje asiático y europeo de Sony Ericsson aporta los "ingredientes" para seguir incrementando su cuota de mercado en este loco negocio.
Sony Ericsson nació hace 10 años con expectativas que solo se han concretado en parte. ¿Están condenados a ser fabricantes de nicho?
Al principio tuvimos un fuerte crecimiento, pero después sufrimos una bajada. Volvemos a ir hacia arriba y nos situamos en el quinto trimestre consecutivo de beneficios: ahora la estrategia clara es crecer. Con los nuevos modelos Xperia o W8 hemos conseguido dar un buen empujón a la cuota de mercado. En 2011 habrá más modelos y más crecimiento.
La mejora se apoya en su apuesta de Android y del mercado de EE UU.
La estrategia es conseguir una posición de número uno en Android. Esperamos que sea el sistema operativo con más número de equipos en el mundo en 2011. A través de Verizon y de Android hemos logrado superar las dificultades de entrada en Estados Unidos. Tenemos a punto un acuerdo con otro operador de ese mercado y ello va a consolidar nuestra posición.
Es responsable de Europa. ¿Cómo explica que haya pasado en una década de líder indiscutible a mercado en decadencia?
Europa es nuestra fortaleza. Siempre hemos tenido una buena posición. Estamos a la par en con nuestros competidores en cuota de mercado y también aquí Android está creciendo más que los otros sistemas operativos.
¿Cuál es el clavo al que debe aferrarse Europa para volver a situarse en el liderato?
Es la pregunta del millón de dólares. La buena noticia para los europeos es que nos hemos dado cuenta que las situaciones se pueden cambiar muy rápido y más con la posición que ocupamos en la actualidad. Los ingredientes del éxito ya los tenemos. Es posible que puedan acusarme de presuntuoso si digo que nuestros nuevos terminales son los mejores aparatos que hay hoy en el mercado. Con un buen producto seguro que recuperas cuota de mercado. Para volver de nuevo al liderato tienes que estar a la cabeza en tecnología, tienes que estar a la cabeza en desarrollo. Contamos con la ventaja del acceso a la tecnología de Ericsson y a los desarrollos de Sony. Tenemos acceso a las ventajas que ofrece Japón como potencia tecnológica y también las que nos ofrece la solidez de Europa.
¿Qué reflexión realizan del descalabro que ha sufrido el bastión del móvil europeo: Nokia?
No tengo todos los datos. Lo único que sabemos es que nuestra estrategia no ha cambiado. Tenga en cuenta que Nokia mantiene una posición muy fuerte, a pesar de su particular terremoto. Conviene es esperar porque hasta dentro de cuatro o cinco año no sabremos como acabará esa película.
Han tardado mucho en reaccionar en un negocio muy dinámico.
Hay que tener muchos reflejos y quizá es lo que ha faltado al sector en Europa. Somos europeos y el 50% de nuestra empresa es europea. Muchos grandes operadores también son europeos: Vodafone, Telefónica, Orange. Pero ello no ha impedido que el negocio se mueva a California y EE UU. Antes, los países nórdicos europeos éramos el centro y teníamos toda la fortaleza para desarrollar esa tecnología en telecomunicaciones. Ahora está en Estados Unidos y China. Europa tiene el reto de volver a ponerse en el centro y ello no es tarea de los fabricantes, sino una colaboración que debemos llevar adelante con los operadores.
Seguridad. "Tecnología para evitar el robo de datos"
Sony, el propietario del 50% del capital del fabricante de móviles, ha sufrido un serio revés en su imagen con el robo de datos de los usuarios de sus consolas.¿Les afectan las dificultades que sufre Sony en un asunto tan delicado? La seguridad es vital cuando trabajamos con comunicaciones. Ningún móvil de Sony Ericsson ha sido hackeado. Lo cierto es que si tienes todos tus bienes en una sola caja de seguridad asumes el riesgo de que alguien quiera violarla. El móvil se ha convertido en un elemento esencial de nuestra intimidad y es crucial desarrollar sistemas para evitar que alguien lo pueda asaltar.
¿Sobre qué dispositivos trabajan para mejorar la seguridad? No queremos dar pistas a la competencia, pero es evidente que con los sistemas de pago NFC los usuarios van a sentirse más confiados. Otro desarrollo permitirá proteger el acceso al móvil con sistemas de bloqueo sobre tecnologías del iris del ojo.
El mercado español ha sido durante años uno de los más pujantes de Europa en telefonía móvil. ¿La crisis también golpea esta actividad? Desde el nacimiento de Sony Ericsson España ha estado entre los mercado más importantes. Ya lo heredamos de nuestros propietarios. Tanto Sony como Ericsson han tenido una fuerte presencia en España. Es evidente que la economía española está decaída, pero esto va a cambiar. La propia telefonía móvil y el incremento del uso de los terminales móviles inteligentes agilizarán la recuperación. Cuando un mercado tiene dificultades no es tiempo de abandonar.
¿La tecnología será capaz de asegurar que las redes soporten el crecimiento exponencial del móvil en internet?Las prestaciones exponenciales que ofrecen los terminales móviles inteligentes obligan al despliegue de una nueva tecnología; se necesita un red con mayor capacidad. Lo más crítico en estos momentos son las limitaciones de espectro.
"La gente quiere pagar por un teléfono inteligente"
"Nadie quiere utilizar un teléfono que sea feo o que sea malo", asegura el vicepresidente de Sony Ericsson. Pero la multinacional no puede hacer grandes avances en base a una idea tan básica y ha apostado por otro axioma más arriesgado, pero que no deja de aportarle ventajas. "Nuestra idea es que los teléfonos móviles que utilizamos como personas particulares y aquellos que nos sirven para facilitarnos el trabajo van a terminar siendo el mismo. La apuesta es el dos en uno".Kristian Tear llama la atención sobre la nueva revolución celular en marcha, "el mundo de la telefonía aplicada a las máquinas". Ericsson prevé que en el futuro habrá en el mercado 50.000 millones de móviles vinculados a máquinas. "En la actualidad hay 7.000 teléfonos celulares y la gran mayoría son utilizados por personas. Ya hemos empezado el camino pero todavía faltan por conectar 43.000 millones de aparatos. Se trata de un espléndido negocio para Ericsson, para las operadores y para nosotros".¿En el futuro todos los teléfonos serán inteligentes? La cuota de smartphones no hará sino subir asegura Tear. En su opinión la clave esta en que este tipo de terminales bajen de precio. "El móvil está ya en vías de ser el primer sistema que tienen las personas para comunicarse. Ha llegado ese momento en el que la gente ya está dispuesta a pagar un poco más por adquirir un dispositivo con el que puede hacer algo mucho más que hablar. Por una pequeña cantidad adicional consigue una cámara, acceso a internet, localización, correo electrónico, consigue acceso a los medios".