España ultima el acuerdo que amplía su papel en la dirección de EADS
El Gobierno y EADS ultiman la firma del pacto de integración en Airbus de la división de transporte militar del grupo bajo responsabilidad española, tras sortear el último obstáculo: garantizar la presencia de ejecutivos españoles en los comités ejecutivos de otras filiales del consorcio, como Eurocopter.
Hay puntos y flecos que seguimos discutiendo". Así respondía el máximo ejecutivo español en EADS y Airbus, Domingo Ureña, a los periodistas hace un mes, en París, cuando se le preguntó por qué el Gobierno español y el grupo aeronáutico no habían firmado todavía el acuerdo de integración de EADS-MTAD en Airbus. Un pacto que, finalmente, se rubricará en breve.
Fuentes conocedoras de las negociaciones avanzaron que el asunto "está a punto de resolverse". Las partes están "afinando" la adenda al acuerdo, que recoge el punto que ha provocado que la firma se retrase: la posibilidad de que España pueda incrementar su peso en la cúpula de EADS. Un principio aceptado por los responsables del consorcio aeroespacial pero que ha generado ciertas fricciones a la hora de ponerlo en práctica. "La letra pequeña es lo que ha retrasado el tema", precisaron las fuentes consultadas.
En principio, el acuerdo se va a traducir en la incorporación de directivos españoles en los comités ejecutivos de las principales divisiones del grupo, como la filial de helicópteros Eurocopter o la de defensa y seguridad EADS D&S. Domingo Ureña, como máximo responsable de Airbus Military, ya está presente en los comités ejecutivos tanto de EADS como de la filial aeronáutica Airbus.
El camino para firmar el acuerdo se ha ido allanando después de lograr un consenso razonable acerca de quiénes son las personas concretas que deben ocupar esos puestos de responsabilidad. En esa negociación ha habido un proceso de un tira y afloja entre los responsables políticos españoles y la dirección de EADS, que quería evitar que le impusieran candidatos a puestos determinados que no fueran los más idóneos.
Proceso satisfactorio
Fuentes cercanas al Ejecutivo expresaron su satisfacción por cómo se ha ido encauzando el tema y por el resultado que, finalmente, se espera lograr. "Desde un punto de vista político, no es que España vaya a ganar una batalla mundial, pero sí son pasos en una dirección razonable", argumentaron. "Está bien que, al final, el proceso de integración de EADS-MTAD vaya acompañado de un upgrade de los ejecutivos españoles dentro del grupo", resumieron estas fuentes.
La firma del acuerdo pondrá fin al culebrón que se inició a principios de año con la defenestración de Carlos Suárez, el entonces máximo ejecutivo español en la compañía, enfrentado a los responsables franceses y alemanes de Airbus y EADS por la manera en la que estaban llevando la integración de la filial de transporte militar del grupo bajo responsabilidad española en Airbus.
El pacto alcanzado entre el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y los principales directivos del consorcio, Louis Gallois y Tom Enders, consagró la creación de una nueva unidad de negocio autónoma y con una estructura diferente en EADS, dentro de la división aeronáutica Airbus, denominada Airbus Military. Bajo la responsabilidad de un español (Ureña), la unidad aglutina todas las actividades relacionadas con el transporte aéreo militar, incluido el A-400M, los derivados militares de Airbus y los productos de la antigua CASA. La división tiene capacidad completa para iniciar y terminar proyectos por sí misma dentro de su área de actividad.
Garantías
El Gobierno quiere garantías por escrito que aseguren el futuro de Airbus Military como una unidad de negocio con autonomía plena, con un responsable español y con sede en el país, así como un mayor peso de directivos españoles en EADS.
Cambios organizativos consecuencia de una situación "insostenible"
Los problemas en el programa del A-400M fueron el detonante para que EADS decidiera integrar su filial de transporte militar EADS-MTAD en Airbus. El informe que hizo público en febrero el Senado francés sobre la situación en que se encontraba el nuevo avión militar europeo aseguraba que la organización empresarial era "insostenible".El documento, hasta ahora el mejor análisis hecho público sobre el asunto, recuerda que el A-400M se puso bajo el control de Airbus Military SL, una sociedad de derecho español controlada en un 70% por Airbus, en un 20,5% por la española EADS Casa, en un 4,4% por la belga Flabel y en un 5,5% restante por la turca TAI.Esta estructura trataba de conciliar el deseo de que el programa tuviera acceso a todos los recursos de Airbus con un reconocimiento a la industria española de su liderazgo en materia de transporte militar dentro de EADS.El problema es que Airbus Military SL se encontró en una situación "insostenible" ante Airbus: como filial, debía ejecutar sus órdenes; como responsable industrial del programa, debía poder movilizar los recursos necesarios de su matriz. Unas disfunciones que son las que llevaron a crear la nueva división militar de Airbus.