Enfrentamiento de Iberia y sus pilotos por graves diferencias en el convenio

Los pilotos de Iberia, agrupados en el sindicato Sepla, y la dirección de la aerolínea española que encabeza Antonio Vázquez mantienen congeladas las negociaciones del convenio colectivo que afecta a unos 1.700 tripulantes.

Iberia, en un comunicado, aseguró que no tiene constancia de que los pilotos hayan roto la negociación y señaló que tampoco ella ha abandonado la mesa.

Fuentes conocedoras de la situación aseguraron que las razones del "profundo desencuentro" son tres. La primera, la exigencia por parte de la compañía de una congelación salarial para los dos primeros años de vigencia del convenio. Al parecer, esta condición habría sido asumida por la sección sindical, pero estaría condicionada a un acuerdo global.

La segunda razón es el bloqueo en la discusión sobre la reforma de los planes de pensiones de los tripulantes.

El tercer punto de enfrentamiento son las diferencias a la hora de establecer los niveles de productividad de la plantilla de tripulantes. El Sepla asegura que, medidos en términos comparables, los pilotos de Ryanair y Easy Jet cuentan con dos días más de descanso al mes que los de Iberia y una jornada de trabajo similar, y con ello "se demuestra que somos más productivos que ellos".

En el trasfondo de la ruptura se encuentra el plan de Iberia de crear una compañía de bajos costes con base en Madrid para hacer los vuelos desde España y Europa, con el fin de alimentar el distribuidor de tráfico de Madrid-Barajas con dirección a Latinoamérica.

Los pilotos apuestan por que tal proyecto se haga dentro de la actual estructura operativa de Iberia, mientras que el equipo de Antonio Vázquez sigue apostando por la creación de una nueva marca con una estructura distinta a la de la compañía tradicional.

Elecciones en el Sepla

La ruptura entre la compañía y los pilotos se complica por el hecho de que el sindicato Sepla se encuentra inmerso en un proceso electoral para renovar la totalidad de los cargos de la sección sindical de los tripulantes de Iberia. La directiva saliente, cuyo dirigente es Justo Peral, baraja la posibilidad de no presentarse a la reelección. El perfil conciliador del equipo que encabeza está recibiendo serias críticas por parte del conjunto del colectivo, ya que entienden que sus planteamientos negociadores no han alcanzado los objetivos que perseguían.

El próximo día 27 de octubre se cierra el plazo para la presentación de candidaturas y, hasta la fecha, el único grupo que ha decidido formalizar su presentación está compuesto por comandantes jóvenes y segundos de la denominada "línea dura", que se sienten perjudicados por el bloqueo que sufre el escalafón de la empresa desde hace casi 10 años y que les impide progresar en su carrera profesional.

Iberia, por su parte, emitió un comunicado en el que afirma que las negociaciones con el sindicato de pilotos Sepla para la renovación del convenio colectivo "siguen abiertas", negando así la información sobre una ruptura por desacuerdos en la creación del nuevo modelo de operación de corto y medio radio.

El comunicado afirma que desde octubre de 2009, hace un año, está "negociando intensamente" con el sindicato de pilotos "la solución a los problemas de la compañía en las rutas de corto y medio radio". Iberia lamenta que las elecciones en el Sepla provoquen este tipo de situaciones.