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Nuevos combustibles

Ebro Puleva abandona su aventura en biocarburantes

Ebro Puleva ha decidido desinvertir totalmente en el negocio azucarero. El último paso lo comunicó ayer, con la venta a su socia en este negocio, Abengoa, del 50% de la planta de biocarburantes que mantenían entre ambas. Abengoa paga 17 millones de euros y asume 31,6 millones de deuda de la sociedad.

Ebro Puleva y Abengoa ya no irán juntos en el negocio de los biocarburantes. La compañía alimentaria ha vendido a su socio su 50% de Biocarburantes de Castilla y León, la sociedad que mantenían desde 2000 y que gestionaba la planta de biocarburantes de Babilafuente (Salamanca). La operación tendrá un coste de unos 48 millones. Abengoa pagará 17 millones a Ebro y asumirá la deuda correspondiente al 50% de la sociedad comprada, unos 31,6 millones de euros.

Para Ebro Puleva, la operación supone "tras la venta de su negocio azucarero a ABF, la salida total del negocio de los biocarburantes y la concentración de esfuerzos y recursos en los negocios marquistas que constituyen la base de su plan estratégico", afirmaron en el comunicado remitido a la CNMV.

Fuentes cercanas a la empresa afirmaron ayer que estaban "satisfechos" con la operación desde el punto de vista económico. Recalcaron que, tras la venta de Azucarera, la división "ya no tenía sentido estratégico" para ellos y que "no veían perspectivas de futuro" en el mismo. Ebro ha criticado públicamente en varias ocasiones el sistema de biocarburantes, afirmando que "sin un verdadero compromiso por parte de las petroleras" de mezcla del bioetanol en la gasolinas y de biodiesel en el gasóleo "no es posible un despegue del mercado".

Para Abengoa, sin embargo, esta adquisición es "estratégica desde el punto de vista de la I+D", para controlar la producción de bioetanol a partir de biomasa lignocelulósica en su planta de demostración "como paso previo para la comercialización a nivel industrial de biocarburantes de segunda generación". "La planta de Babilafuente, que en los últimos años ha venido exportando su producción a la Unión Europea, empezará en 2010 a suministrar el mercado español", afirmaron.

De hecho, la planta, que se puso en marcha en 2006, ha sido un verdadero quebradero de cabeza para sus propietarias durante los dos últimos años. Los altos precios de los cereales y la obligación de exportar la producción por falta de mercado nacional, impusieron el cierre de la instalación durante un año, entre septiembre de 2007 y julio de 2008.

Un negocio en caída libre

Pese a que las realidades comerciales del biodiésel y del bioetanol en España son distintas, ambas comparten la carga de ser un negocio con muy buenas expectativas que no deja de hundirse.En el caso del bioetanol, carburante ecológico que se mezcla con la gasolina, el principal problema es el exceso de capacidad de producción en España. A falta de los datos de cierre del primer semestre, las cifras provisionales marcan que el consumo ha crecido desde las 77.775 toneladas de bioetanol consumidas hasta junio de 2008 a las 86.045 toneladas en este semestre, según las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). Este consumo supera la obligación legal marcada por el Gobierno para el bioetanol. Sin embargo, pese a que no se han abierto plantas nuevas desde 2006, las cuatro plantas españolas, entre las que está Babilafuente, tienen una capacidad de producción de 456.000 toneladas al año. En 2008, produjeron al 47% de capacidad.

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