EE UU podría obligar a GM y Chrysler a suspender pagos
Es posible que, después de todo, General Motors y Chrysler no se hayan librado de la suspensión de pagos.
El Gobierno de EE UU, el mismo que les prestó 17.400 millones de dólares a finales de año para tratar de evitar esta situación, podría forzar a ambas automovilísticas a acogerse al capítulo 11 de la ley de quiebras con el objeto de asegurar la devolución de los créditos antes que a la banca. Actualmente, entidades como JPMorgan Chase o Goldman Sachs tienen preferencia sobre el Ejecutivo.
Los directivos de las automovilísticas han explicado que para esta industria entrar en suspensión de pagos es el paso previo a la liquidación porque, a diferencia de las aerolíneas, el modelo de negocio no permite este tipo de acciones judiciales y menos en un mercado dramáticamente a la baja como el actual.
La compra de un coche sigue siendo una de las grandes inversiones de las familias y la desconfianza que genera una suspensión de pagos (entre otras cosas por las dudas de la continuidad de los servicios de mantenimiento) precipitaría el desplome de las ventas.
Pese a este argumento, el Gobierno ha contratado a una firma de abogados, Cadwalader, Wickersham & Taft, para negociar ser el primero a la hora de recuperar el capital. Si no se consigue cambiar esta posición, el Ejecutivo tiene la opción de forzar a las compañías a suspender pagos como condición para conseguir más ayuda del Estado. El Gobierno, en ese caso, tendría que proporcionar la financiación durante este proceso judicial y se colocaría en primera línea entre todos los acreedores.
Mientras se desarrollan las negociaciones las automovilísticas están estudiando nuevas reducción de gastos que pasan por cierres de fábricas y eliminación de concesiones antiguas a los sindicatos para presentar el 31 de marzo un plan en Washington que permita pensar que son empresas viables y pueden optar a más financiación pública.
Bob se despide
Bob Lutz dejará la vicepresidencia de GM en abril y abandonará la empresa, en la que se quedará como asesor, a fin de año. Lutz ha cambiado la imagen y la calidad de GM, pero también se le recuerda por desdeñar las teorías sobre el calentamiento global.