Castellanos ataca al consejo de Vocento por 'paralizar' la compañía

La primera junta de accionistas de Diego del Alcázar como presidente del grupo de medios de comunicación Vocento y de José Manuel Vargas como consejero delegado no resultó precisamente plácida. Hasta cinco accionistas, entre ellos el ex presidente de Recoletos, Jaime Castellanos, intervinieron para criticar el baile de directivos y la inestabilidad en los principales cargos ejecutivos de la compañía. Tan virulento fue el ataque, que Nemesio Fernández-Cuesta, accionista histórico de Editorial Prensa Española intervino a su vez para defender al consejo de los 'ataques frontales' que persiguen poner 'los cinco dedos en la llaga' por la 'compleja transición' que ha experimentado el grupo, según las palabras usadas por el propio Vargas durante su discurso.

El más duro fue Jaime Castellanos, propietario también del 4,43% del capital a través de la sociedad familiar Casgo, SA, según la CNMV.

El directivo mostró su 'preocupación por los números' que presentó el consejo, por la 'falta de estrategia y liderazgo' de la compañía, por la 'paralización' que sufre el grupo de medios y por el 'espectáculo triste y lamentable' que se ha producido en el último año, en el que ha habido hasta tres consejeros delegados. En los últimos meses, a su juicio, la compañía ha andado 'sin rumbo alguno'.

'Dejen de discutir y pónganse a trabajar', espetó a modo de conclusión. Castellanos, además, aseguró que en ningún momento ha planeado operación de compra alguna de la compañía, desmintiendo así lo publicado en los últimos meses en varios medios.

Antes que él, habían intervenido otros cuatro accionistas para protestar por las indemnizaciones pagadas a Santiago Ybarra y a José María Bergareche, por la retribución abonada al consejo, por los sucesivos cambios de directivos, por la supuesta falta de estrategia y por los movimientos accionariales.

Un inversor, incluso, llegó a anunciar que va a presentar una denuncia a la CNMV por actuación concertada de varios accionistas en la compraventa de las acciones que obraban en poder del presidente de Ono, Eugenio Galdón, y las compras posteriores de la familia Luca de Tena, de la familia Ybarra y del consejero Víctor Urrutia.

El presidente del consejo, Diego del Alcázar, calificó de 'agresivas' las intervenciones de los distintos accionistas y admitió en su turno de respuestas que los cambios pueden haber afectado a la estrategia, pero aseguró que la receta para superar la situación es 'trabajar'.