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Cooperativa

Cajamar constituye un grupo de cajas rurales para el aval común

La mayor caja rural española rompe esquemas. Cajamar constituyó ayer un grupo cooperativo con tres cajas valencianas. La iniciativa acoge en realidad un sistema institucional de protección (SIP) que controlará totalmente la caja almeriense y que se adelanta a los dos proyectos de apoyo mutuo de las demás rurales.

Cajamar ha vuelto a tomar la iniciativa en su sector. La mayor de las rurales españolas presentó ayer el nuevo grupo cooperativo que ha constituido con otras tres entidades: Caja Campo, Caja Rural de Casinos y Caixa Rural d'Albalat. Este grupo, en realidad, es un paragüas para un SIP que controlará en exclusiva Cajamar: su consejo rector lo será también de este sistema de protección auspiciado por la Comisión Europea (CE) y el Banco de España como aval común entre entidades financieras.

Cajamar se adelanta así a los otros dos proyectos de SIP que hay en marcha en el sector desde el pasado septiembre. "Es el único que está desarrollado sobre papel con todo su articulado", presumió ayer el presidente de Cajamar, Antonio Pérez Lao. Las cuatro entidades lo pondrán en marcha el próximo octubre, después de lograr la aprobación de sus respectivas asambleas de socios. Posteriormente, el acuerdo se presentará para su visto bueno final al regulador español.

El modelo elegido por Cajamar es un SIP prácticamente propio al que posteriormente se podrán adherir otras entidades, como han hecho en su fundación las tres rurales valencianas. De esta forma evita las largas negociaciones que han mantenido durante meses los otros dos grupos de rurales que están preparando sus respectivos SIP. Uno lo encabezan las cooperativas grandes y provinciales de la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR) y su diseño corre a cargo de Garrigues, y el otro lo impulsan varias entidades de ámbito local y comarcal, asesoradas por AFI. Numerosas asambleas de rurales han autorizado la inscripción de la entidad de turno en algún SIP.

"La diferencia es que en nuestro caso ya especificamos que lo haremos en el SIP de Cajamar", señaló el presidente de Caja Campo, Luis Robledo. Caja Campo es la segunda mayor rural de la Comunidad Valenciana, por detrás de Ruralcaja.

Adiós al Grupo Caja Rural

La operación tiene consecuencias colaterales, ya que las tres cajas rurales que acompañan a Cajamar en este viaje abandonarán su presencia en el Grupo Caja Rural y sus participadas. "Cajamar pasará a proporcionarnos todos los servicios", dijo Robledo. Esto incluye desde el sistema informático, hasta ahora de pendiente de RSI; ciertas prestaciones financieras, que corrían a cargo de Banco Cooperativo; o los seguros, en manos del Rural Grupo Asegurador (RGA). Cajamar tiene una alianza con la italiana Generali para este último servicio.

Los presidentes de las rurales que se integrarán en el grupo Cajamar señalan que se ahorrarán hasta un 20% en el coste de los servicios.

Cajamar ya abandonó la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR) en 2002 tras las fuertes discrepancias surgidas en el sector por su política expansiva. En septiembre del año pasado, la entidad selló la paz con sus antiguas compañeras. Vendió a los miembros del Grupo Caja Rural sus participaciones en el Banco Cooperativo (15,94%), Rural Grupo Asegurador (RGA) (13,64%) y Rural Servicios Informáticos (RSI) (2,86%) por 100 millones de euros.

Cajamar tiene un negocio de 40.913 millones, frente a los 2.029 millones de Caja Campo, los 68 de Albalat y los 76 de Casinos. Todas estaban en beneficos en 2008.

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