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Las empresas piden una investigación

La CE quiere aprobar rápido las ayudas al carbón pese al rechazo de las eléctricas

Las grandes eléctricas quieren que la Comisión Europea abra una investigación en profundidad sobre las ayudas para incentivar el consumo del carbón nacional en sus centrales. De esta manera, podrían alegar y defender sus posiciones en Bruselas, antes de recurrir al Tribunal de Luxemburgo. Sin embargo, la CE quiere resolver el expediente con rapidez.

Unesa (y antes Sedigás) se ha dirigido por escrito, en inglés, al comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, para instarle a retrasar el visto bueno comunitario al real decreto que obliga a las eléctricas a producir con carbón nacional, a un precio regulado que, en parte, es una ayuda de Estado (1.800 millones de euros). El desesperado intento de ambas patronales, y de algunas de las afectadas a título individual, se produce tras la notificación de esta ayuda por parte del Ministerio de Industria y de la creciente impresión de que la Comisión Europea dará rápidamente su visto bueno.

"La notificación se produjo a mediados de mayo después de un intenso periodo de prenotificación", señaló ayer a este diario la portavoz de Competencia, Amelia Torres. æpermil;sta no desveló cuál será el veredicto y se limitó a recordar que, tras la notificación oficial, Bruselas puede elegir entre abrir una investigación en profundidad sobre el mecanismo de ayudas de Estado o autorizarlo sin más. La primera opción (conocida como fase 2) permitiría a las eléctricas presentar alegaciones y defender su posición a la autoridad de la Competencia.

Almunia dispone de dos meses de plazo (a contar desde mediados de mayo) para llegar a una conclusión. Si en ese periodo Bruselas no se pronuncia, la medida se considera aprobada de oficio. Pero fuentes comunitarias al tanto del expediente indicaron que la CE intentará "resolver el expediente muy rápido". E insistieron en que los contactos previos entre Madrid y Bruselas han allanado de manera prácticamente definitiva la autorización del polémico real decreto.

En la CE se considera que ha habido "un intenso periodo de prenotificación"

Cabe recordar en ese sentido, que se trata de la segunda versión de un primer real decreto, que no se llegó aplicar aunque se publicó en el BOE a finales de febrero. En el segundo texto legal se eliminó un anexo que reconocía el pago del lucro cesante de otros combustibles, como el gas natural, que serán desplazados en el mercado por la entrada obligatoria del carbón. Esta decisión encendió el ánimo en el sector.

Con sus maniobras in extremis, las eléctricas intentan que, al menos, Almunia abra una investigación en profundidad sobre unas ayudas de las que son destinatarias (concretamente, 10 centrales térmicas) y que no han solicitado. Esta investigación permitiría a las afectadas presentar alegaciones e intentar revocar el visto bueno comunitario, antes de tener que recurrir al Tribunal de Luxemburgo contra la Comisión. "Las cartas añaden ruido, pero desde el punto de vista procedimental pueden conseguir muy poco", vaticinan los expertos en derecho comunitario consultados.

Una de las dudas que plantearían las empresas es si, realmente, el derecho comunitario considera una ayuda ilegal el pago del lucro cesante que figuraba en el primer decreto, tal como señala Industria en la documentación remitida al Consejo de Estado. Y es que, según expertos jurídicos, la normativa indica que, si como consecuencia de una ayuda de Estado, alguien resulta perjudicado, la compensación que reciba en su caso, "no es una ayuda, sino una indemnización".

El expediente también ha provocado ruido político, aunque poco intenso. A principios de año, dos eurodiputados Verdes, el español Raúl Romeva, y el francés, Yannick Jadot, interpelaron por escrito a la Comisión sobre la legalidad del plan español. Almunia se limitó a responder a mediados de abril que "las autoridades españolas están en contacto con la CE para examinar las posibles cuestiones de ayuda estatal relacionadas con esta medida". Y que, en su momento, la CE decidiría si la medida es ayuda de Estado (extremo ya confirmado) y, de ser así, si es compatible con el derecho comunitario (todo apunta a que sí).

La misteriosa carta de Eon

Uno de los documentos que forman parte del expediente de notificación de las ayudas al carbón remitido por Industria a Bruselas ha despertado una enorme curiosidad en el sector.Se trata de una carta confidencial que Eon España envió al ministerio y que éste, a su vez, ha mandado a la CE. Sus competidoras suponen que se trata de una carta de adhesión, ya que Industria la usa como apoyo.La filial española de la alemana Eon es la única afectada por las medidas del carbón que no ha confirmado (ni desmentido) que haya recurrido ante el Supremo, como el resto.

Rivero: "La producción que cabía ya no cabe"

El presidente de Unesa, Pedro Rivero, aseguró ayer que ninguna de las eléctricas integradas en esta asociación "se va a negar a cumplir la ley", en alusión al real decreto que las obliga a quemar carbón nacional a un precio regulado. Otra cosa, añadió, "es que lo recurramos, que es algo normal". Y rechazó el intervencionismo al aconsejar que "el Gobierno haga lo que tenga que hacer con el carbón, pero que no lo saque del mercado".En su discurso en el Foro de la Nueva Energía, Rivero, que reconoció que se ha abierto un proceso para su relevo en la presidencia de Unesa, fue muy crítico con el crecimiento "desordenado" de la generación, que se ha dejado en manos "de cada agente, como si los demás no existiéramos". Cuando la demanda crecía no había problemas, pero al derrumbarse ésta, "los desajustes han quedado en evidencia" y "lo que antes cabía ya no cabe".Rivero pidió consenso para encontrar soluciones, seguridad jurídica y que no se prescinda de ninguna tecnología, amén de apostar por la energía nuclear. Asimismo, expresó su deseo de que desaparezca la tarifa regulada (TUR), de la que disfruta un 95% de los consumidores, o que quede sólo para potencias inferiores a 5 kW. En su opinión, el déficit de tarifa, que era un mecanismo de regulación, se ha convertido en "una losa de 20.000 millones".En su opinión, con la entrada de renovables "el mix se ha desequilibrado un poco" y hemos creado un sistema "más difícil de gestionar, más caro, más inseguro, pero mucho más limpio". Con todo, apostó por un mix similar en el futuro, con más nuclear y carbón (con captura de CO2) y un 20% de renovables.

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