El CDTI adelantará el 25% de las ayudas concedidas a los proyectos de I+D+i

La titular de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, se encontraba ayer como pez en el agua en la presentación del Informe Asebio 2008, de la patronal de empresas de biotecnología. Ella, antes de ser nombrada ministra en 2008, era la presidenta de esta asociación. "Soy muy consciente de todos los obstáculos" a los que se enfrenta el sector, reconoció. Por eso, rodeada de ex colegas, anunció otra de las "medidas anticrisis" del Ejecutivo.

Desde julio, cualquier empresa a la que se le conceda una ayuda del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) contará con el anticipo del 25% del presupuesto aprobado, con un límite de 300.000 euros. Además, este nuevo régimen convivirá con la posibilidad, como hasta ahora, de prefinanciar el 75% de un proyecto CDTI a través de las entidades financieras, a un tipo de interés de un punto por debajo del euríbor.

Precisamente la dificultad para conseguir financiación es uno de los principales problemas que las propias empresas destacan en el Informe Asebio. Estas compañías de base tecnológica (sanitaria, de biocombustibles, marina o agroalimentaria) necesitan en gran medida del capital riesgo, ya que los largos plazos de investigación para conseguir productos comerciales les dificulta el acceso a los préstamos tradicionales en los primeros años de vida. Por eso, reclaman medidas adicionales para superar la crisis crediticia.

En los últimos meses Ciencia ha tomado ya algunas medidas en ese sentido, a la que se suma la anunciada ayer. El Ministerio dedica 1.200 millones de euros a ayudas empresariales, entre los que se encuentran 107 adicionales del Plan E. Además, el CDTI se ha convertido en ventanilla única para la solicitud de ayudas. También se ha creado la Secretaría General de Innovación, para el incentivo de la I+D privada. Y, sobre todo, se han reducido las exigencias de avales y garantías financieras a las pymes para acceder a subvenciones.

"La mayoría de las empresas de biotecnología son empresas pequeñas y jóvenes que necesitan significativamente de fondos", reclamaba ante la ministra el presidente de Asebio, José María Fernández de Sousa, también presidente de Zeltia.

Asebio junto al resto de patronales europeas, reclama más ayudas directas, exenciones fiscales, la mejora de la financiación pública-privada y un apoyo más explícito al capital riesgo.

La ministra se mostró consciente de la importancia de sectores como el biotecnológico, que puedan convertirse "en el motor principal del tan necesario cambio de modelo productivo que afronta nuestro país", recalcó Garmendia.

Y es que las cifras que presentaba Asebio otorgan esperanza en un clima económico yermo. En 2007, según las estadísticas presentadas ayer y elaboradas por el INE, el sector facturó un 16% más que en 2006 y empleó a 103.911 personas, un 17,9% más que el año anterior.

Aunque estas cifras corresponden a un periodo anterior al momento más agudo de la crisis, desde el sector se reconoce que incluso durante 2008, estas empresas no han sufrido tan duramente, por ejemplo, el acceso al capital. Es en 2009 cuando las biotecnológicas están empezando a vivir su calvario.

"Pasado los años sabemos que la llamada cultura del pelotazo no ha tenido un final feliz", reconocía Garmendia, quien aseguraba que hace 10 años, los mismos que cumple Asebio, las empresas biotecnológicas eran "anecdóticas". Ahora suman 750 compañías y el Gobierno quiere ponerlas como ejemplo de una nueva economía que crea empleos de calidad y que han exportado un 50% más en el último año.