Bruselas exigirá a la banca nuevas reservas contra la morosidad
La banca europea tendrá que reservar una parte de sus beneficios como provisión para los posibles préstamos fallidos, según el acuerdo que espera adoptar mañana el consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin). El modelo es casi un calco del que ya se aplica en España.
El borrador de conclusiones que aprobará el Consejo, con presencia de la ministra española Elena Salgado, supone una declaración de guerra contra la actuación procícilica (prociclicalidad) en el sector financiero. La UE, como el G-20, cree que la regulación actual contribuye a magnificar ese efecto endógeno, tanto en épocas de beneficios como en las de pérdidas.
Para mitigar el costoso impacto de esos vaivenes, el Ecofin apoyará "la introducción de provisiones prospectivas" (o dinámicas). Es decir, que la banca reserve una parte de sus beneficios en previsión de posibles préstamos fallidos.
Ahora mismo, esa provisión ni siquiera es posible con una aplicación estricta de las normas contables internacionales. Un marco, recuerda el Ecofin, que sólo permite a los bancos provisionar las pérdidas por morosidad registradas hasta el día de cierre de sus cuentas, pero no para hipotéticas pérdidas en el futuro.
Bruselas, según el borrador de conclusiones de los ministros, pedirá mañana al Consejo Internacional de Estándares de Contabilidad (IASB, en sus siglas en inglés) qué dé máxima prioridad "a la modificación de las normas para permitir una mayor flexibilidad en la provisión de las pérdidas esperadas". El IASB ya está trabajando en ello y espera publicar la primera versión de la nueva norma antes del próximo octubre.
El Ecofin reconoce, de todos modos, que ni siquiera esas provisiones pueden ser suficientes cuando llega la parte baja del ciclo. Por ese motivo, pedirá también "un mayor esfuerzo para atenuar la prociclicalidad creando reservas anticíclicas de capital".
Pero los ministros quieren dejar claro que en ningún caso se debe interpretar ese colchón como un aumento de los niveles mínimos de capital exigidos por la norma comunitaria. El objetivo, por el contrario, es permitir a los bancos movilizar en los tiempos difíciles las reservas generadas en etapas de bonanza para evitar un estrangulamiento del crédito como el acontecido en la crisis actual.
La decisión del Ecofin confirma la validez del sistema de provisiones aplicado en España, uno de los pocos países del mundo, según el organismo que encabeza Miguel Ángel Fernández Ordóñez, donde a comienzos de la crisis los fondos de solvencia superaban ampliamente las perdidas esperadas en ese momento.
El emisor también señala en un reciente informe sobre estabilidad financiera (mayo de 2009) que si se hubieran aplicado a la banca española las normas de Basilea II entre 1987 y 2008, el resultado hubieran sido unos requerimientos de capital procíclicos.
Los seguros, también bajo lupa
"Las aseguradoras y, en particular, las de seguros al crédito, también afrontan riesgos procíclicos", advierte un informe elaborado por el Comité económico y financiero de la UE que se presentará mañana en el Ecofin (consejo de ministros de Economía). El documento, que es la base técnica del acuerdo que sellarán los ministros sobre las nuevas reservas en el sector bancario, recomienda que se exijan también provisiones dinámicas al seguro del crédito porque esa actividad "es muy similar al negocio bancario en términos de riesgo".Las conclusiones del Ecofin, de momento, no se hacen eco de la recomendación. Y nueva regulación del sector seguros (conocido como Solvencia II), que fue aprobada en mayo, tampoco incluyó la creación de reservas dinámicas o provisiones para ese tipo de seguros.El Ecofin sí que hará un llamamiento a que los sistemas de remuneración de los ejecutivos en todo el sector financiero no incentiven el corto plazo y la asunción de riesgos. Y a la revisión de las normas contables sobe depreciación de activos.