Bernanke defiende su gestión en la compra de Merrill Lynch

El presidente de la Fed siempre ha sido recibido con cortesía en el Congreso de EE UU. Ayer no. Ben Bernanke testificó ante el comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes para defender su papel en la controvertida compra de Merrill Lynch por parte de Bank of America en otoño. "La Fed actuó con alta integridad", dijo en su testimonio escrito.

Con ello, Bernanke trataba de zanjar las acusaciones que hizo hace dos semanas el consejero delegado de Bank of America, Ken Lewis, ante el mismo comité a quien reveló que recibió presiones de la Fed y del Tesoro para continuar con la compra de Merrill Lynch. Todo ello pese a descubrir pérdidas de 15.800 millones de dólares en el cuarto trimestre. Pero Bernanke no tuvo la tarea fácil ayer y se encontró con el escepticismo, el mal humor y el juego político de unos legisladores que no mostraron casi ninguna simpatía por el representante de la autoridad monetaria. "No", respondió en varias ocasiones Bernanke. El presidente de la Fed negó que amenazara con relevar a Lewis y al consejo de sus puestos si no cerraban la compra de Merrill, y también negó que obligara a ocultar el agujero en la cuentas de este banco antes de dar por acabada la operación. Bernanke explicó que la cancelación de esa compra en momentos de tal estrés hubiera desencadenado un importante riesgo sistémico pero que la decisión de comprar o no estaba en manos de Bank of America. El presidente de la Fed dijo no recordar otros episodios referentes a las presuntas presiones. El republicano Dan Burton le dijo que su experiencia era que la gente que decía que no se acordaba de algo lo hacía para evitar cometer perjurio. Y le preguntó: "¿cree que el señor Lewis nos mintió?".