Bélgica y Francia acuden de nuevo al rescate de Dexia
Los Gobiernos de Francia, Bélgica y Luxemburgo decidieron conceder una garantía extraordinaria al grupo francobelga Dexia para permitirle obtener préstamos en el mercado por 4.500 millones de euros. Bélgica extenderá las garantías de financiación a los principales bancos del país.
La situación de Dexia no deja dormir a los gobernantes de Bélgica, Francia y Luxemburgo. Ayer, después de toda una noche de negociaciones, los tres Estados decidieron conceder al grupo bancario una garantía extraordinaria para permitirle obtener préstamos en los mercados por 4.500 millones de euros, según fuentes próximas a estos Gobiernos citadas por la prensa belga y francesa. La reunión fue convocada a causa del desplome bursátil de la entidad, que en los tres primeros días de la semana cayó un 21,17%, un 12,46% y un 15,42%, respectivamente.
En un comunicado, los tres Gobiernos se comprometieron 'a garantizar, desde hoy y hasta el 31 de octubre de 2009, las financiación interbancaria e institucional', además de las obligaciones a tres años a las que recurra la entidad. El Estado belga aportará sus garantías por un 60,5%, Francia por un 36,5% y Luxemburgo por el 3%.
Bélgica adoptó la misma medida dentro de sus fronteras y extendió sus garantías de financiación a los grandes bancos del país. La semana pasada, estos países ya acudieron al rescate de Dexia -muy expuesta a la crisis subprime- con una inyección de 6.400 millones de euros, con la que se convirtieron en sus máximos accionistas.
La decisión fue adoptada tras una larga reunión a la que acudieron los responsables del grupo y el primer ministro belga, Yves Leterme, y la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde. Ambos desmintieron los rumores sobre un posible desmantelamiento del banco y reiteraron su apoyo al banco. 'Adoptaremos medidas de recapitalización o de garantía cada vez que sea necesario', aseguró Lagarde.
La nueva directiva del grupo, nombrada el pasado martes, aplaudió la decisión. El presidente del Consejo de Administración, Jean-Luc Dehaene (ex primer ministro belga), sostuvo que con este plan 'el banco podrá funcionar correctamente', añadió. El consejero delegado, Pierre Mariani, calificó las medidas de 'fundamentales para reestablecer la confianza en un entorno particularmente revuelto'.
El grupo obtuvo en el segundo trimestre un beneficio neto atribuible un 32,4% menor que en el mismo periodo de 2007. Debido a las turbulencias financieras, la entidad se ha desplomado en el último mes en Bolsa -ha caído un 47,44%-, lo que llevó a las autoridades a intervenir. Ayer, el mercado reaccionó favorablemente al plan y los títulos de Dexia subieron un 16,43%.
El grupo busca una solución para su filial FSA
Gran parte de los problemas de Dexia tienen un nombre: Financial Security Assurance (FSA), su filial estadounidense especializada en garantizar bonos, que el grupo franco belga adquirió en el año 2000 y que ha sufrido grandes pérdidas por su exposición a las hipotecas subprime de EE UU.El recién nombrado presidente del Consejo de Administración de la entidad, Jean-Luc Dehaene, afirmó ayer que ha solicitado al comité ejecutivo 'que estudien de qué manera el futuro de FSA se integra en el grupo'. Dehaene, que aseguró que la actividad de la filial 'no influye sobre la liquidez de Dexia', explicó que espera tomar una decisión en diciembre.De momento, los Gobiernos de Francia, Bélgica y Luxemburgo han decidido conservar a FSA dentro de la estructura de Dexia. 'Esta problemática no puede resolverse en pocos días, ni improvisando durante una noche', explicó Dehaene. La garantía extraordinaria concedida a la entidad también cubrirá las actividades de la filial estadounidense. Sin embargo, el primer ministro belga, Yves Leterme, subrayó que los problemas de esta firma debían resolverse a corto plazo. La semana pasada, el grupo anunció que reestructuraría la actividad de FSA. Durante este año, Dexia ha tratado en varias ocasiones de salvar a su filial. En febrero inyectó 340 millones de euros de capital para mejorar su liquidez, y en junio anunció la concesión de una línea de crédito de 3.220 millones de euros. La agencia de calificación Standard&Poors's dijo el miércoles que rebajará próximamente la calificación de FSA.